Pegamin

Wolframium Jr. Haggerty nacío en el pequeño pueblo minero de Delouth (Missoula) hace 16 años. Hijo de mineros, como los padres de sus dos padres, Wolframium y Archibald, Wolframium Jr. comenzó a trabajar en la mina como canario para el grisú a los 7 meses de edad. Cuenta como anécdota que no vió la luz del sol hasta que no hizo la Primera Comunión. "Era maravilloso, no entendía por qué la gente llevaba gafas de sol". Pero no todo fueron vino y rosas en la infancia de Wolframium. Cuando contaba con 13 años se introdujo en Delouth la minería ascendente. Lo que al principió pareció una revolución sin precedentes que revitalizó el pequeño pueblo y su economía, atrayendo a millones de mineros de todos los estratos del subsuelo, pronto se reveló como un gran fiasco. "Al principio nos pareció una idea extraordinaria, nadie lo había hecho, pero cuando nos dimos cuenta lo dificil que era obtener el mineral era demasiado tarde". La crisis económica y la desolación arrasaron Delouth, sembrando sus calles de mineros sin ocupación en macetas pagadas por el ayuntamiento. La delincuencia juvenil hizo su aparición en el hasta entonces ordenado pueblo de Delouth, llamado "el nudo de la corbata de la Biblia". En Delouth estaba prohido el sexo, la gasolina, las armas, el alcohol y sonreir después del anochecer. Las calles eran campos de batalla impracticables de personas golpeándose con los puños desnudos sin ningún tipo de concesión a la alegría. Los jóvenes comenzaron a agruparse en pandillas para saquear casas y atemorizar a ancianas con ánimo de lucro, dejando libres a las demás. Al no disponer de armas, aguzan el ingenio y desarrollan mecheros solares portátiles, un pequeño dispositivo emisor de fuego conectado a una placa de dos metros cuadrados que se lleva en la otra mano. Las noches de Delouth eran orgías de fuego y sangre. "Todos cerrábamos los ojos al doblar la esquina, con el corazón en un puño. No sabías cuando te ibas a encontrar con aquellos malditos dos centímetros de llama en la cara". Pero no todos se resignaron. Wolframium plantó cara al crimen. Todos se reían de él cuando le veían pasear con su extintor por el instituto. "El sol es una bola de fuego enorme que flota en el espacio, cerca de la tierra. Yo no me fío" decía, mientras sus demás compañeros reían. Wolframium no sabía que su extintor "Remington Partywater" iba a salvar su vida y, a la vez, apagar la llama de una revolución. Emboscado por siete pandilleros, sin salida, Wolframium Jr. Haggerty no dudó ni un segundo. "Those kids were equiped with one wheel full-flame solar lighter each. The wheel lighters are the worst kind, you have the flame in front of you before you can blink a goddamn eye. But they didn´t know I was carrying this bad boy". Era su Remington Partywater, modelo Recoba, con manguito de PE flexipol, doble capacidad, válvula de esfera y lectura de llenado. "Les rocié como si no hubiera un mañana. Aquello les demostró que no eran invencibles". Desde entonces la delincuencia juvenil de Delouth se vió obligada a emplear pequeños pedazos de hierro oxidado, muriendo cada día sesenta personas a causa de cortes y perforaciones y tres por gangrena. "Wolframium es un heroe americano". Dice Roy Paté, el Sheriff de Delouth. "Es un ejemplo para toda la comunidad. Wolframium puede ser que tema al sol, o que se quedara sin trabajo, pero mantuvo la ilusión dentro de su corazón, y eso le salvó la vida".