Pegamin

“De mayor compraré una isla y me iré a vivir en ella”, le decia yo a mi padre. “Claro, o si no, la invadimos” decia él. El deseo de poseer islas desiertas los hemos tenido todos, pero pocos tienen la fortuna de hacerlo realidad. Otros, son capaces de lo imposible por ver sus sueños cumplidos.
Bienvenidos al Principado de Sealand, situado a 6 millas al este de la costa este de Inglaterra y a unas 100 del norte de Francia. Esta plataforma naval fue tomada en 1967 por el Mayor Paddy Roy Bates, que en puro delirio Kurtz, se declaró monarca del chiringuito. Desde entonces, Prince Roy ha luchado por declarar Sealand estado independiente.


Unos meses después de su asentamiento, la armada intentó deshacer el tenderete, pero se encontró con la resistencia del Mayor, que disparó munición contra ellos, según la leyenda, con sus propias manos. Las acciones legales contra él no llegaron muy lejos porque el tribunal declaró no tener jurisdicción en aguas territoriales. Esto cambió en 1987 cuando el Reino Unido extendió su dominio de aguas de 3 a 12 millas: los expertos claman que si fue reconocida como nación antes de ese año, tiene derecho a la emancipación, pero de ahí a ser declarada nación, va un trecho, y el ser de creación humana le quita puntos como tal. Pero mientras se discute la legitimidad de Sealand como nación, una población de 25 vive felizmente instalada.

La historia de Sealand es una historia nacional como tantas otras.1978 fue un año de tumulto general: se declaró la guerra a Holanda. El motivo fue un grupo de invasores holandeses y alemanes que entraron a la fuerza y el raptaron al hijo del rey, Michael. Prince Roy que entonces se encontraba en Gran Bretaña, reunió a su ejército y reconquistó la isla, haciendo de sus atacantes prisioneros. El gobierno holandés tuvo que intervenir y negociar, pidieron primero ayuda al gobierno británico, pero éste se lavó las manos. Alemania mandó un diplomático que consiguió liberar a los retenidos.Desgraciadamente en su historia hay numerosos casos de fraude por parte de oportunistas que ven en el principado una fuente de blanqueo de dinero y tráfico de pasaportes. Recientemente, la familia real Sealander dio permiso a la compañía de internet a establecerse en la plataforma, asi que la industria del porno se convirtió en un nuevo enemigo contra el que luchar, hoy se declaran limpios de todo pecado. Las visitas a su territorio no están permitidas, aunque si estais muy interesados siempre podeis escribir una petición a Principality of Sealand, SEALAND 1001 (c/o Sealand Post Bag, IP11 9SZ, UK) y no os olvideis de visitar su bonita website.