martes, 23 de diciembre de 2008
Minutetas musicales
Etiquetas: anhelos, Canciones y chichis, con franco no había internet, Cuerpos celestes, Dulcinea del Toboso fue al río a lavarse el coso, Festín de cuerpos, milf en alaska, NO SON MARICAS SÓLO SON JÓVENES
martes, 26 de agosto de 2008
Las tetas (2)
Las Tetas de Pornstar
En estos tiempos que corren, en los que ya no circulan carretas (salvo si eres amish o estás de fin de semana en una Casa Rural), es posible que este tipo de tetas puedan arrastrar tanto peso como una y, además, a millones de fans de estos cubicajes.Vaya por delante que no solo aludimos a las tetas de trabajadora del cine para adultos sino a toda aquella perdularia que se ponga más de una 120 de implante mamario (esto es: gogós de discoteca de barrio, calientapollas extrarradiales, sudamericanas con jetlag, alguna trabajadora de Stradivarius y un par de señoras de mediana edad con crisis de identidad y que se follan al monitor del gimnasio). Casi todas, con un pie en el porno gonzo en cuanto alguno de los hermanos Lapiedra le coma un poquito la oreja. Porque, ¿quién en su sano juicio, a no ser que ya lo trajeras de serie, se planta tres kilogramos en cada berza solo para realizarse o para que el imbécil del marido, novio o Jefe de Recursos Humanos, pase un buen rato?. Estas cosas se hacen por un interés puramente crematístico o, si ya nos adentramos en el alocado mundo de la creatividad artística, para ser una performance viviente (ver Las Tetas de Mi Novia). Vale, puede haber alguna chiquita con complejitos pero eso se suele resolver con ponerte una más que digna talla 95. Estas tetas que estamos tratando no son para arreglar dismorfobias: son para hacer cubanas y/o para que te pongan un piso.
Desde luego, igual que decimos una cosa decimos otra: nos chifla este tipo de tetamen. El efecto plástico que supone ver a una Nikki Benz o a una Lisa Ann en movimiento es epifánico y agradecidísimo para según qué cosas.
Aunque no os lo creáis se llama Mariví y es teleoperadora 
Este tipo de teta, en el 90% de las ocasiones, es más falsa que un duro con la cara de Miliki. Son tetas que se ven, fuera del circuíto del porno, atrapando la picha de algún empresario o, menos, la de algún quinqui de barrio con apetitos exacerbados y pareja sumisa/cachondona. También, por supuesto, en lupanares (tanto los sórdidos como los de a 500 € la broma). En el 10% restante, la Divina Providencia manda dos angelitos en forma de tetaza para alegrar la vida del currito medio que ve como una Manoli o una Mari Tere cualquiera le hace un numerito en el portal de casa digno de figurar en Big Tits Vol. 5, democratizando así el acceso a unas berzas de calidad (las más de las veces más de cantidad) e impididendo una revuelta social a gran escala que arrasaría Ibiza y Los Angeles.
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