lunes, 30 de enero de 2006
Cinco odiosas comedias deportivas
Al hilo del cine de épica deportiva que ha glosado Darío, me han venido a la cabeza unas cuantas comedietas de deportes verdaderamente chuscas y que recomiendo no ver, o que al menos a mí me traen recuerdos amargos:
5. “Shaolin Soccer”, de Stephen Chow (2001). Fútbol-fú.
En realidad esta película no me parece tan mala, pero de tanto que anduve detrás de ella hasta que conseguí verla, cuando por fin me la bajé de internet me decepcionó un tanto. En principio podría haber sido un taquillazo palomitero en España, que incluso la anunciaban en los telediarios cuando estaba en postproducción (coincidiendo con el Mundial de Japón y Korea de hace casi 4 años), pero finalmente no se distribuyó en España ni se editó de ninguna manera para vídeo o DVD, por más que la busqué. Hace un par de años me la encontré en una manta, que la vendía una china en la calle. Se la compré con tanta inocencia como la que puso Eddie Murphy al comprarle aquellos collares al mongol de “El chico de oro” («...cara de mono aliento de vómito comedor de babas de tortuga...»), y fui timado de la misma manera («¿has visto a un enano corriendo en pelotas con un billete de cincuenta pavos?»), al poner el DVD en mi lector y encontrarme en su lugar con una copia inconclusa y pestilente de “Bob Esponja: la película”. La maldición del fútbol shaolín seguía burlándose de mí. Así pues, cuando por fin pude ver hace algún tiempo la copia en el ordenador de mi hermano, las ganas de verla ya se me habían pasado, y la cosa, lejos de ser una bizarra exploit de Oliver y Benji con humor y caspa me pareció una aséptica broma mainstream con coreografías, efectos especiales y delirios entretenidos, que sí, pero terriblemente descafeinada y decepcionante. Y es que las cosas brillan tanto y tienen tantos colorines, las escenas son tan rápidas y las cabriolas tan de pega, que es... un poco infantil, ¿no?
4. “Baseketball (Muchas pelotas en juego)”, de David Zucker (1998). Encesta-batea como puedas.
A mí Trey Parker y Matt Stone hace tiempo que dejaron de hacerme gracia. Recuerdo cuando echaban los primeros episodios de su hoy achicharrada obra magna, South Park, que me partía de risa con su humor negrísimo, con esas situaciones en las que ponían a los críos, haciéndoles decir salvajadas que no era habitual ver en televisión. A principios de los noventa (o no sé si era porque coincidió con que por mi edad yo era bastante más susceptible) creo que la descontextualización de tópicos, la ausencia de tacto y de pelos en la lengua y la polémica más cruda echa dibujo animado funcionaba. Esa sensación que no tiene nombre, cuando te ríes de algo pero en el fondo te avergüenzas de estar riéndote, era placentera y certera. Pero con el tiempo, a base de repetirse, los dos pavisosos me parece que se quedan en la provocación y en la incorrección intencionada, y se despojan de todo atisbo de inteligencia y brillo. Y gracia. Porque en persona no me hacen ni puta gracia. Vi “Orgazmo” confiando encontrarme alguna teta, lo confieso, o algún apunte de homenaje al género grumoso. Pero nada. Y con ésta gilipollez de “Baseketball” rizaron el rizo de la vergüenza ajena y lo penoso. La historia, por si alguien tiene curiosidad, va sobre dos perdedores, dos tontos muy tontos, que en su rato libre inventan un deporte subnormal que mezcla baloncesto y béisbol. Con la tontería, empiezan a hacerse ricos y famosos y se crea una liga a nivel nacional. El eterno gag de llevar al éxito lo más absurdamente cotidiano (que se repetirá, cómo no, en este top). Cuando ya son estrellas del deporte es cuando viene la repetitiva pantomima épica: los pasos dados hasta la final, la chica que interfiere entre los protagonistas, el miedo al fracaso, bla bla bla... Todo ello intentando hacer reír, pero quedándose en lastimoso.
3. “Dodgeball (Cuestión de pelotas)”, de Rawson Marshall Thurber (2004). Balón prisionero risión.
Si en la barrabasada anterior teníamos una parida que aunaba los esfuerzos de los padres de South Park con las labores de dirección de todo un David Zucker (sí, uno de los ZAZ, maestros de la comedia surrealista americana, a quienes antaño nadie tosía), en esta nueva giligaitez del humor norteamericano tenemos otro ejemplo de moderna comedia yanqui infumable y vergonzosa. Tristemente apadrinada por uno de sus actuales adalides, el caricato Ben Stiller, esta película es la mejor muestra de que sus tic, a fuerza de repetirlos como el chorizo, lejos de consagrarle y convertirse en marcas de la casa, acabarán consiguiendo que todos le odiemos a muerte. Por plasta. Si con “Un loco a domicilio” (1996) sorprendió a todos dirigiendo a Jim Carrey en su más negra e incomprendida pieza de culto hasta la fecha (que sí, que a mí me parece muy buena) antes de hacerse famoso por sus propias payasadas en el SNL y delante de la gran pantalla, y se consagró como absoluto Juan Palomo en ese clásico contemporáneo que es “Zoolander” (2001; peor para el que no entienda el espíritu de Zoolander y no se parta el culo de risa), a base de intentar repetir la misma película con parodias de la música disco con gancho remakero (“Starsky & Hutch”, que bien podrían haber titulado “Zoolander 2”), o con parodias de deporte-cutre-tomado-en-serio-y-surrealísticamente-llevado-al-éxito (caso de la que nos ocupa). Un zurullo.
2. “Quiero ser como Beckham”, de Gurinder Cada (2002). Fútbol ñoño.
¿Se os ocurre un título más estúpido? A mí sí: "Quiero ser como Beckham, oyess, te lo juro" ¿Y algún argumento más ñoño, pueril, buenrollista y pensado para que a las niñas repollo se les haga el chirri pesicola y vayan corriendo al cine a vibrador en mano? No: ¡¡Beckham, la estrella del Realma!! Seguro que también pican muchos chavales de esos que le imitan en el recreo. La prota es una niña paki, socialmente marginada en todas partes, pero que gracias a su afán de superación y a los colacaos que se toma por las mañanas pensando en su saeta rubia favorita, llegará a ser estrella femenina del fútbol. Yo entiendo que este tipo de películas no están hechas para gustar a un tiarrón como yo, pero es que me parece una mierda su misma existencia. Este tipo de sub-productos para adolescentes hiperventilados ayudan a que el mundo sea un lugar peor.
1. “Días de fútbol”, de David Serrano (2003). Balompié no hay quien viva.
El cine español actual es malo con avaricia. Eso lo sabemos todos, y es fácil y gratis decirlo, animaros. A no ser que cobres por defenderlo, no tienes por qué darle más vueltas: las películas que se estrenan son basuras.
Supongo que hay excepciones, pero yo no las conozco. Tengo por principio no ir al cine a ver una película española, a no ser que vaya con alguna dama que me lo haya propuesto (en tal caso, como si es para ver “Pasión de Gavilanes: The movie”), y cuando me armo de paciencia y me pongo a ver alguna de estas... cosas... en casa, siempre me arrepiento, sin excepción. Bueno, el otro día vi “Tapas” y no está mal... Y Álex de la Iglesia es un puto genio. Pero el Cine Españó, el arte contemporáneo que hacen los cuatro colegas de siempre, con sus triángulos amorosos, sus chistes de barra de bar, su costumbrismo bakala-y-olé y toda esa serie de tics repetidos hasta la náusea, me parece tan mediocre y tan carente de talento que me da mucha pena. Tampoco me gustan las series de producciónpropia, pero tengo que reconocer que cualquier episodio de Aquí no hay quien viva le da mil vueltas a cualquier peliculita de Andrés Vicente Aranda Mediapró. No me cabe en la cabeza que la gente se desviva por pagar para ver en un incómodo macrocine lleno de tarugos comiendo palomitas “Los 2 lados de la cama”, cuando se está mejor en casa viendo una reposición de Médico de familia.
Sobre todo, me da mucha rabia porque los actores, en general, me caen bien. No les tengo ninguna manía ni creo que hay que cebarse con ellos por su pancartismo, ni mucho menos. Todo eso me parece de puta madre. La merienda de negros de los Goya se la perdono, me parece muy digna y, tal y como están las cosas, necesaria. Cuando cualquiera de los que salen en esta película, sin ir más lejos, es entrevistado en la tele, se queja de lo mismo y hasta se avergüenza de rodarlas, cuando no dice directamente que no era él el que salía, sino un primo suyo que se le parece. El problema está en las historias que cuentan, en el ritmo que tienen y en lo abotargado de las imágenes, los planteamientos. Y sobre todo, en ÉSE sentido del humor de instituto. También, en la total ausencia de géneros. En la incapacidad que tiene la industria de apostar por un producto digno, original, diferente, por el temor a la audiencia, y la preferencia por despachar como churros chistes de lepe de hora y media, confiando en el tirón de la cara bonita (es un decir) de los Segura, Resines, San Juan, Tejero, Cámara, Bardem y, por supuesto, de las que se despelotan irremediablemente, que suelen estar bastante buenas, y prefieren hacerlo en una superproducción urbana, aunque no sea lo que soñaban en la escuela de interpretación, antes que en el Interviú.
Estoy pensando en películas como ésta de “Días de fútbol”. O las de la cama, la del Calentito, cualquiera de los imitadores oficiales de Almodóvar, las de la ETA, las de la guerra, las “óperas primas de genios en ciernes” con un guión de un solo folio. Ésta es un ejemplo más de la penosa situación del séptimo arte. Ah, sí, pero sale el fútbol, porque “los domingos por la tarde es la mayor de nuestras afisione”, a ver si así sube la taquilla. Y salen 15 actores de Antena 3 y 6 de Telecinco. No recuerdo el argumento. Me suena que había un equipo de barrio que jugaba con la camiseta de Brasil. Y que había una boda o algo... La vi ayer o anteayer, pero no recuerdo bien... Creo que cantaban, y que salían las tetas de la tía de los Serrano y se le veía otra teta a la hija gangosa de Marisol. Creo. Y que tienen un cameo los de Cruz y Raya, Manolo el del Bombo y Yola Berrocal.
...
Tenía una lista más larga, pero esta última me ha quitado las ganas.
Tengo otra con películas deportivas de risa que sí me gustan, pero citaré sólo una (para dejar mejor sabor de boca), que es la madre del infragénero de los deportes alternativos, la única que vale la pena: “Vaya par de idiotas”, con el mundo de las boleras de trasfondo para fabricar un nuevo, perfecto y descacharrante retrato de perdedores contemporáneos. Como perdedores venimos a ser nosotros, los jóvenes espectadores del 2000.
5. “Shaolin Soccer”, de Stephen Chow (2001). Fútbol-fú.
En realidad esta película no me parece tan mala, pero de tanto que anduve detrás de ella hasta que conseguí verla, cuando por fin me la bajé de internet me decepcionó un tanto. En principio podría haber sido un taquillazo palomitero en España, que incluso la anunciaban en los telediarios cuando estaba en postproducción (coincidiendo con el Mundial de Japón y Korea de hace casi 4 años), pero finalmente no se distribuyó en España ni se editó de ninguna manera para vídeo o DVD, por más que la busqué. Hace un par de años me la encontré en una manta, que la vendía una china en la calle. Se la compré con tanta inocencia como la que puso Eddie Murphy al comprarle aquellos collares al mongol de “El chico de oro” («...cara de mono aliento de vómito comedor de babas de tortuga...»), y fui timado de la misma manera («¿has visto a un enano corriendo en pelotas con un billete de cincuenta pavos?»), al poner el DVD en mi lector y encontrarme en su lugar con una copia inconclusa y pestilente de “Bob Esponja: la película”. La maldición del fútbol shaolín seguía burlándose de mí. Así pues, cuando por fin pude ver hace algún tiempo la copia en el ordenador de mi hermano, las ganas de verla ya se me habían pasado, y la cosa, lejos de ser una bizarra exploit de Oliver y Benji con humor y caspa me pareció una aséptica broma mainstream con coreografías, efectos especiales y delirios entretenidos, que sí, pero terriblemente descafeinada y decepcionante. Y es que las cosas brillan tanto y tienen tantos colorines, las escenas son tan rápidas y las cabriolas tan de pega, que es... un poco infantil, ¿no?
4. “Baseketball (Muchas pelotas en juego)”, de David Zucker (1998). Encesta-batea como puedas.
A mí Trey Parker y Matt Stone hace tiempo que dejaron de hacerme gracia. Recuerdo cuando echaban los primeros episodios de su hoy achicharrada obra magna, South Park, que me partía de risa con su humor negrísimo, con esas situaciones en las que ponían a los críos, haciéndoles decir salvajadas que no era habitual ver en televisión. A principios de los noventa (o no sé si era porque coincidió con que por mi edad yo era bastante más susceptible) creo que la descontextualización de tópicos, la ausencia de tacto y de pelos en la lengua y la polémica más cruda echa dibujo animado funcionaba. Esa sensación que no tiene nombre, cuando te ríes de algo pero en el fondo te avergüenzas de estar riéndote, era placentera y certera. Pero con el tiempo, a base de repetirse, los dos pavisosos me parece que se quedan en la provocación y en la incorrección intencionada, y se despojan de todo atisbo de inteligencia y brillo. Y gracia. Porque en persona no me hacen ni puta gracia. Vi “Orgazmo” confiando encontrarme alguna teta, lo confieso, o algún apunte de homenaje al género grumoso. Pero nada. Y con ésta gilipollez de “Baseketball” rizaron el rizo de la vergüenza ajena y lo penoso. La historia, por si alguien tiene curiosidad, va sobre dos perdedores, dos tontos muy tontos, que en su rato libre inventan un deporte subnormal que mezcla baloncesto y béisbol. Con la tontería, empiezan a hacerse ricos y famosos y se crea una liga a nivel nacional. El eterno gag de llevar al éxito lo más absurdamente cotidiano (que se repetirá, cómo no, en este top). Cuando ya son estrellas del deporte es cuando viene la repetitiva pantomima épica: los pasos dados hasta la final, la chica que interfiere entre los protagonistas, el miedo al fracaso, bla bla bla... Todo ello intentando hacer reír, pero quedándose en lastimoso.
3. “Dodgeball (Cuestión de pelotas)”, de Rawson Marshall Thurber (2004). Balón prisionero risión.
Si en la barrabasada anterior teníamos una parida que aunaba los esfuerzos de los padres de South Park con las labores de dirección de todo un David Zucker (sí, uno de los ZAZ, maestros de la comedia surrealista americana, a quienes antaño nadie tosía), en esta nueva giligaitez del humor norteamericano tenemos otro ejemplo de moderna comedia yanqui infumable y vergonzosa. Tristemente apadrinada por uno de sus actuales adalides, el caricato Ben Stiller, esta película es la mejor muestra de que sus tic, a fuerza de repetirlos como el chorizo, lejos de consagrarle y convertirse en marcas de la casa, acabarán consiguiendo que todos le odiemos a muerte. Por plasta. Si con “Un loco a domicilio” (1996) sorprendió a todos dirigiendo a Jim Carrey en su más negra e incomprendida pieza de culto hasta la fecha (que sí, que a mí me parece muy buena) antes de hacerse famoso por sus propias payasadas en el SNL y delante de la gran pantalla, y se consagró como absoluto Juan Palomo en ese clásico contemporáneo que es “Zoolander” (2001; peor para el que no entienda el espíritu de Zoolander y no se parta el culo de risa), a base de intentar repetir la misma película con parodias de la música disco con gancho remakero (“Starsky & Hutch”, que bien podrían haber titulado “Zoolander 2”), o con parodias de deporte-cutre-tomado-en-serio-y-surrealísticamente-llevado-al-éxito (caso de la que nos ocupa). Un zurullo.
2. “Quiero ser como Beckham”, de Gurinder Cada (2002). Fútbol ñoño.
¿Se os ocurre un título más estúpido? A mí sí: "Quiero ser como Beckham, oyess, te lo juro" ¿Y algún argumento más ñoño, pueril, buenrollista y pensado para que a las niñas repollo se les haga el chirri pesicola y vayan corriendo al cine a vibrador en mano? No: ¡¡Beckham, la estrella del Realma!! Seguro que también pican muchos chavales de esos que le imitan en el recreo. La prota es una niña paki, socialmente marginada en todas partes, pero que gracias a su afán de superación y a los colacaos que se toma por las mañanas pensando en su saeta rubia favorita, llegará a ser estrella femenina del fútbol. Yo entiendo que este tipo de películas no están hechas para gustar a un tiarrón como yo, pero es que me parece una mierda su misma existencia. Este tipo de sub-productos para adolescentes hiperventilados ayudan a que el mundo sea un lugar peor.
1. “Días de fútbol”, de David Serrano (2003). Balompié no hay quien viva.
El cine español actual es malo con avaricia. Eso lo sabemos todos, y es fácil y gratis decirlo, animaros. A no ser que cobres por defenderlo, no tienes por qué darle más vueltas: las películas que se estrenan son basuras.
Supongo que hay excepciones, pero yo no las conozco. Tengo por principio no ir al cine a ver una película española, a no ser que vaya con alguna dama que me lo haya propuesto (en tal caso, como si es para ver “Pasión de Gavilanes: The movie”), y cuando me armo de paciencia y me pongo a ver alguna de estas... cosas... en casa, siempre me arrepiento, sin excepción. Bueno, el otro día vi “Tapas” y no está mal... Y Álex de la Iglesia es un puto genio. Pero el Cine Españó, el arte contemporáneo que hacen los cuatro colegas de siempre, con sus triángulos amorosos, sus chistes de barra de bar, su costumbrismo bakala-y-olé y toda esa serie de tics repetidos hasta la náusea, me parece tan mediocre y tan carente de talento que me da mucha pena. Tampoco me gustan las series de producciónpropia, pero tengo que reconocer que cualquier episodio de Aquí no hay quien viva le da mil vueltas a cualquier peliculita de Andrés Vicente Aranda Mediapró. No me cabe en la cabeza que la gente se desviva por pagar para ver en un incómodo macrocine lleno de tarugos comiendo palomitas “Los 2 lados de la cama”, cuando se está mejor en casa viendo una reposición de Médico de familia.
Sobre todo, me da mucha rabia porque los actores, en general, me caen bien. No les tengo ninguna manía ni creo que hay que cebarse con ellos por su pancartismo, ni mucho menos. Todo eso me parece de puta madre. La merienda de negros de los Goya se la perdono, me parece muy digna y, tal y como están las cosas, necesaria. Cuando cualquiera de los que salen en esta película, sin ir más lejos, es entrevistado en la tele, se queja de lo mismo y hasta se avergüenza de rodarlas, cuando no dice directamente que no era él el que salía, sino un primo suyo que se le parece. El problema está en las historias que cuentan, en el ritmo que tienen y en lo abotargado de las imágenes, los planteamientos. Y sobre todo, en ÉSE sentido del humor de instituto. También, en la total ausencia de géneros. En la incapacidad que tiene la industria de apostar por un producto digno, original, diferente, por el temor a la audiencia, y la preferencia por despachar como churros chistes de lepe de hora y media, confiando en el tirón de la cara bonita (es un decir) de los Segura, Resines, San Juan, Tejero, Cámara, Bardem y, por supuesto, de las que se despelotan irremediablemente, que suelen estar bastante buenas, y prefieren hacerlo en una superproducción urbana, aunque no sea lo que soñaban en la escuela de interpretación, antes que en el Interviú.
Estoy pensando en películas como ésta de “Días de fútbol”. O las de la cama, la del Calentito, cualquiera de los imitadores oficiales de Almodóvar, las de la ETA, las de la guerra, las “óperas primas de genios en ciernes” con un guión de un solo folio. Ésta es un ejemplo más de la penosa situación del séptimo arte. Ah, sí, pero sale el fútbol, porque “los domingos por la tarde es la mayor de nuestras afisione”, a ver si así sube la taquilla. Y salen 15 actores de Antena 3 y 6 de Telecinco. No recuerdo el argumento. Me suena que había un equipo de barrio que jugaba con la camiseta de Brasil. Y que había una boda o algo... La vi ayer o anteayer, pero no recuerdo bien... Creo que cantaban, y que salían las tetas de la tía de los Serrano y se le veía otra teta a la hija gangosa de Marisol. Creo. Y que tienen un cameo los de Cruz y Raya, Manolo el del Bombo y Yola Berrocal.
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Tenía una lista más larga, pero esta última me ha quitado las ganas.
Tengo otra con películas deportivas de risa que sí me gustan, pero citaré sólo una (para dejar mejor sabor de boca), que es la madre del infragénero de los deportes alternativos, la única que vale la pena: “Vaya par de idiotas”, con el mundo de las boleras de trasfondo para fabricar un nuevo, perfecto y descacharrante retrato de perdedores contemporáneos. Como perdedores venimos a ser nosotros, los jóvenes espectadores del 2000.
Comments:
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Vaya, veo que se nos ha unido el señor Kromosomo. Bienvenido, y a ver cuándo caen sus primeros textos. Así da gusto, coño. ¡¡Slurp!!
Bueno, a mí la de baseketball me hizo reir en un par de golpes, yo diría que es bienintencionada y ya.
La de las pelotas también me hizo reir.
Note creas que las defiendo, solo apuntaba.
Los actores españoles tienen mucha culpa de lo malo que es el cine español, porque son malísimos, pero malísimos a un nivel total, absoluto, inmarcesible. Son agujeros negros ambulantes de falta de profesionalidad, de falta de talento e incluso de falta de belleza, lo cual les podría rescatar en última instancia. Joder es que esos tipos apenas saben hablar (y no es una exageración no se les entiende). Que las películas sean mlas, ok. PEro es que son malísimos, ostia, malos hasta la maldad cansina, plana, hierática.
El otro día ví una de Candela PEña y era una verguenza. Juan Diego Botto era una verguenza, los muchachos con barba de tres días son una verguenza, las peripollas que se creen que están muy buenas porque se han follado a Elías Querejeta alto de viagra son de verguenza.
Habría que hacerle un monumento a Fiti. Igual así alguien se fija.
La de las pelotas también me hizo reir.
Note creas que las defiendo, solo apuntaba.
Los actores españoles tienen mucha culpa de lo malo que es el cine español, porque son malísimos, pero malísimos a un nivel total, absoluto, inmarcesible. Son agujeros negros ambulantes de falta de profesionalidad, de falta de talento e incluso de falta de belleza, lo cual les podría rescatar en última instancia. Joder es que esos tipos apenas saben hablar (y no es una exageración no se les entiende). Que las películas sean mlas, ok. PEro es que son malísimos, ostia, malos hasta la maldad cansina, plana, hierática.
El otro día ví una de Candela PEña y era una verguenza. Juan Diego Botto era una verguenza, los muchachos con barba de tres días son una verguenza, las peripollas que se creen que están muy buenas porque se han follado a Elías Querejeta alto de viagra son de verguenza.
Habría que hacerle un monumento a Fiti. Igual así alguien se fija.
y los morritos de jonathan rhys meyer.
en cuanto al cine español, yo estoy haciendo un corto y tengo proyectados dos más, uno de ellos sobre el capitán spiff. voy a irme a rodar a marruecos, allí sí que hay buenos actores. si alguno de vosotros quereis salir...
por cierto, urge una pegamina YA. deberíamos hacer un casting.
en cuanto al cine español, yo estoy haciendo un corto y tengo proyectados dos más, uno de ellos sobre el capitán spiff. voy a irme a rodar a marruecos, allí sí que hay buenos actores. si alguno de vosotros quereis salir...
por cierto, urge una pegamina YA. deberíamos hacer un casting.
el que manda es Don Balón, yo voto que sí.
he pensado que lo de Marruecos es una gilipollez.
señores, esto va follaísimo.
he pensado que lo de Marruecos es una gilipollez.
señores, esto va follaísimo.
Allá por el 2000 se anunció el inicio del rodaje de centenario, un biopic no autorizado en clave de thriler de Guardiola protagonizado por David Meca y secundado por Geraldine Chaplin y Sydne Rome (su madre y su amante?) Se llegó a anunciar que estaba apalabrado Anthony Hopkins como Núñez.
No sé en qué quedaría el tema y en qué lista figuraría, pero me sabe mal que esta noble iniciativa hubiera quedado en saco roto.
Saludos,
No sé en qué quedaría el tema y en qué lista figuraría, pero me sabe mal que esta noble iniciativa hubiera quedado en saco roto.
Saludos,
Lo del centenario del Barça desde Hollywood puede ser de lo más brutto.
En cuanto a las comedias americanas chorras sobre deportes, es que después de ver "Zoolander" o "Dos tontos muy tontos" se nota muchísimo que son meras imitaciones, plagios, intentos de hacer otra vez el mismo éxito. Las dos que he puesto de pelotas me parecen tristes, muy malas.
Y la de "Quiero ser como Beckham" no entiendo qué le puedes ver, Vico, es ñoña hasta decir basta. Un producto maniqueo para el consumo de adolescentes. Una peli tan tonta y maligna como las Bratz o los 5ive. No digo que las niñas no merezcan que les hagan sus productos a la medida, pero no así, esta es tan mala... Prefiero cualquiera de Disney. Por cierto, que el tío prota es también el de "Match Point".
En cuanto a las comedias americanas chorras sobre deportes, es que después de ver "Zoolander" o "Dos tontos muy tontos" se nota muchísimo que son meras imitaciones, plagios, intentos de hacer otra vez el mismo éxito. Las dos que he puesto de pelotas me parecen tristes, muy malas.
Y la de "Quiero ser como Beckham" no entiendo qué le puedes ver, Vico, es ñoña hasta decir basta. Un producto maniqueo para el consumo de adolescentes. Una peli tan tonta y maligna como las Bratz o los 5ive. No digo que las niñas no merezcan que les hagan sus productos a la medida, pero no así, esta es tan mala... Prefiero cualquiera de Disney. Por cierto, que el tío prota es también el de "Match Point".
y co-protagonista de una de peli de culto pegamín: velvet goldmine.
el aguador te gustó, fruni? a mí sí, sobre todo el personaje del redneck al que no se le entiende nada que siempre se está riendo y el pedro ruiz (con permiso de Vico) yanki, el que hace de entrenador, también mola.
por cierto, no sé si cuando hablaste de lucha mencionaste a Roddy Piper, admiradísimo en esta casa por pelearse por unas gafas wayfarrer con visión de rayos x en una de las escenas más absurdamente violentas de la historia del cine, mera excusa para homenajear dignamente al catch y para que el titán escocés se luzca con sus cabriolas.
el aguador te gustó, fruni? a mí sí, sobre todo el personaje del redneck al que no se le entiende nada que siempre se está riendo y el pedro ruiz (con permiso de Vico) yanki, el que hace de entrenador, también mola.
por cierto, no sé si cuando hablaste de lucha mencionaste a Roddy Piper, admiradísimo en esta casa por pelearse por unas gafas wayfarrer con visión de rayos x en una de las escenas más absurdamente violentas de la historia del cine, mera excusa para homenajear dignamente al catch y para que el titán escocés se luzca con sus cabriolas.
"El aguador" la primera vez que la vi no me moló. Luego vi "Punch-drunk love", y cuando volví a ver la del Aguador sí me hizo gracia, el Adam Sandler me caía mejor.
Creo que sí mencioné a Roddy Piper El Gaitero, pero sólo de pasada, no tenía puesto propio en el top. Me dejé colgados a algunos de mis favoritos de la WWF de TeleCinco. Pensé hacer una entrada para hablar de todos (Jimmy Estaca Duggan, Snake El Serpiente, Undertaker El Enterrador...), pero al final se quedó cojo este punto.
¡Hazlo, haz un post contando la pelea o sobre Roddy Piper!
Creo que sí mencioné a Roddy Piper El Gaitero, pero sólo de pasada, no tenía puesto propio en el top. Me dejé colgados a algunos de mis favoritos de la WWF de TeleCinco. Pensé hacer una entrada para hablar de todos (Jimmy Estaca Duggan, Snake El Serpiente, Undertaker El Enterrador...), pero al final se quedó cojo este punto.
¡Hazlo, haz un post contando la pelea o sobre Roddy Piper!
Pregunte a sus compis, Ender...creo que comparten espacio en Bizácoras con ella...no sé...es meterme donde no me llaman pero me ha parecido que pega con esto...
De Baseketball son impagables los cinco minutos en que explican la bancarrota de las ligas deportivas yanquis. Ojalá toda la película se hubiera ocupado de ello y no de la mierda de guión que viene después.
Ahh, y para españoladas deportivas, esa peli con fernando fernan gomez haciendo de profesor alemán confundido con superestrella del fútbol soviético que llega a la liga española sin saber patear una lata mientras la KGB le pisa los talonessssss....
Ahh, y para españoladas deportivas, esa peli con fernando fernan gomez haciendo de profesor alemán confundido con superestrella del fútbol soviético que llega a la liga española sin saber patear una lata mientras la KGB le pisa los talonessssss....
El personaje de Hans (La liga no es cosa de hombres)......¿Critica la forma de conducir de los coches matrícula de Roma?
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