Pegamin

Desde que existe internet, si hay algo que ha aprendido el internauta de a pie es la máxima que reza que si algo no sale en Google, entonces no existe. Y viceversa. Y mucho más desde que los muchachos de Google crearon a La Bestia, a ese monstruo llamado Google Earth que le dio sopas con ondas a la NASA, a la Agencia Espacial Europea, a la TIA y a todo el planeta en general, regalándonos a cada uno un satélite particular (para visitar virtualmente nuestro próximo destino en vacaciones, observar los intríngulis de la Casa Blanca o encumbrar el Everest a golpe de ratón). Y si ya de por sí moverse por el cielo es un sueño hecho realidad para todos, a partir de ahora muchos van a tener que recoger la mandíbula del suelo cuando vean los recientes avistamientos que los más pajeros del lugar están haciendo gracias a esta potente herramienta:


Esto de aquí arriba es una imagen reciente de la bahía de Florida. A muchos metros sobre las rubias cabezas de los Vigilantes de la Playa podemos ver claramente algo que ni el ejército, ni el FBI, ni Mulder y Scully habían conseguido fotografiar. Un platillo volante como dios manda.

Fue el primero en dejarse ver, pero no el único. Por lo visto, en Florida los marcianos se pasean a sus anchas, como demuestra este otro modelo de globo ocular volador sobre una zona residencial; o este otro especímen medio oculto en las montañas (sin duda, un jerifalte de la armada venusiana en misión de reconocimiento). También en Los Ángeles los avistamientos son legión. Aquí un marcianito sobre la autopista; otro en fase semitransparente cerca de la mansión Playboy; y muchos más.

Incluso se ha podido pillar a uno infraganti, detenido en el suelo de Massachussets.

No todos los días vemos unas marcas de platillos volantes tan claras, perfectas y gigantes, en mitad de la nada entre Kazakistán y Uzbekistán.

Durante años habíamos oído de los mensajes de los extraterrestres grabados en la roca terrestre, que los hombres de negro nos querían ocultar; pero con Google Earth no hay secretos. Amigos del Espacio, ¿qué nos queréis decir con esto? I want to believe.

Muchos lo habían intentado, pero sólo Google Earth ha logrado fotografiar a un indetectable bombardero Stealth de parada y fonda.

¿Sorprendido? Ah, ¿que todavía crees que esto es un montaje? Pues mira la siguiente imagen:


Mírala más de cerca:


Esto que ves aquí es una toma aérea de Stukeley Meadows, en Huntingdon (Inglaterra). Y lo que hay en primer plano es un cazabombardero AVRO Lancaster, concretamente el modelo EE176, apodado 'Mickey the Moocher' por la forma y el tono rojizo de su proa (¿se dice proa?... ¿morro?). Se empezó a construir en la primavera de 1943, y se fabricó una flota de 11 unidades, inicialmente para la guerra contra Japón, pero que finalmente no entraron en combate, y se utilizaron en vuelos de reconocimiento y ayuda humanitaria... durante la Segunda Guerra Mundial.

¿Acaso esto que Google Earth ha conseguido captar es un fantasma? ¿Conseguirá fotografiar GE al Barón Rojo un día de estos? ¿El Espíritu de San Luis sobrevuela nuestras cabezas flotando sobre una dimensión paralela a la nuestra que sólo pueden descifrar y psicofotografiar los ingenieros de Google?


Desgraciadamente, so trekkies, este tipo de misterios suelen tener una explicación mucho más prosaica y terrenal. La respuesta a todo esto la podéis hallar en Google Sightseeing, un sitio muy estimulante y lleno de emociones. Pero dejar volar la imaginación suele ser más divertido.