jueves, 23 de febrero de 2006
Breve Glosa de lo que le haría a Andreu Buenafuente y a Eva Hache
Que quede claro que no soy de los que ven sus programas, cebados en el odio y la incomprensión, solo por el puro placer de disfrutar de la ira y el rencor. Que va. Paso de esos mongolitos. Apenas lso habre visto tres o cuatro veces, y casi todas porque a la puta de mi novia le gustan y, ya sabeis, hay que verlo. Y reirse. Y si no, descojonarse. Pues no vale, yo también quiero descojonarme un poco.
Alquilaría un teatro vacío. Enorme, con una acústica perfecta. Si hace eco, mejor que mejor. Plantaría a ambos en primera fila, separados tres o cuatro metros, para que no puedan ni tocarse por aburrimiento.
En el escenario, yo. Vestido con americana blanca con un pin de Bad Attitude Barracus bien grande a la altura del corazón, camisa con chorreras, vaqueros desgastados a la puta piedra y zapatillas de escalada rojas y amarillas fosforito.
Me frotaría las manos mientras sonrío durante treinta exasperantes minutos, recreándome en el gusto que mi persona y mi inteligencia producen en mi alma sublime. Se iban a joder los hijo putas.
Y a continuación el plato fuerte. Mi chiste estrella, que vá acerca de por qué las tostadoras tienen siempre un modo en el que se queman las tostadas. Que es bastante bueno, por cierto, pero que dura trescientos doce minutos.
Cuando empiecen a vomitar, doy paso a las entrevistas. Andreu Buenafuente y Eva Hache. Primero, ella. Empiezo a hablar bajito, bajito. Ella, mosqueada hace una mueca de su arsenal. No sabe que pasa, pero sabe que tiene connotaciones graciosas. Todo es gracioso. Yo sigo hablando bajito, entonces ella hace una mueca final de payasa y se acerca a escuchar. Entonces, llega el punto álgido de la entrevista. Con mi puño americano especialmente diseñado para sacar ojos, extraigo limpiamente esos ojos de treintañera farlopera que busca sexo guarro en los wateres de disco-pubes. Empiezan las risas de verdad.
Ahora gesticula y muequea realmente bien. El público estalla en risas, mientras la vé hacer sus clásicas muecas divertidas, manando la sangre de sus vacías órbitas. Como ella no sabe bien que pasa, aún ríe. Por si acaso.
El bueno de Andreu, que se descojona como el que más, no se ha percatado de que, entre el desconcierto y la algarabía, he introducido su corbata por el culo de Eva. El mismo culo que, acostumbrado a las prácticas sexuales treintaañeras, ha desarrollado por reflejo el absorber. Poco a poco se está asfixiando. Para aumentar la comicidad, le doy un toque de humor catalán al asunto. Dispongo los ojos de Eva en las gafas de Andreu. El humor catalán estriba en que después de hacerlo me quito el polvo de la hombrera y hago como que me ato la camisa, mientras pongo un gesto como de haciéndome el serio.
Eva no sabe que pasa, pero se arrastra al medio del escenario y gesticula. Ji ji ji. Se ríe, porque quizas esté pasando algo gracioso. Si al menos tuviera ojos podría ver como está asfixiando a causa de su propia presión anal al bueno de Andreu Buenafuente. Pero lamentablemente sus ojos están entre los de Buenafuente y sus gafas, asomando con gracia el rabillo del nervio.
Yo danzo alrededor de ellos el baile de la alegría y hago de mi chiste del modo del tostador que quema las tostadas una canción y todo el mundo ríe y festeja. Creo que estoy pulverizando records de audiencia, pero el teatro está vacío. Esta noche yo soy el puto Jay Leno.
Y por eso tengo que decir la última palabra, el último toque maestro. Lo pide el público. Andreu se retuerce paroxisticamente, gesticulando sus manos con los índices en su postura habitual "humor catalán", momento que aprovecho para sacar mi disco cortante modelo "Depredador". Secciono limpiamente los gorilescos apéndices, ambos. No desperdicio la ocasión para imitar con ellos al, ya casi fallecido, grotesco presentador. El teatro se viene abajo.
Pero aún no han visto el toque final. Introduzco los dedos índices, extendidos en la postura "humor catalán" en las cuencas vacías de la tal Eva Hache, que se ríe alocadamente. Ja ja ja. ¡Es de mala educación señalar con el dedo!, ¿sabias?. ¡Casi que no!. Ja ja ja. Está siendo una noche inolvidable. La gente aplaude y saca fotos, la banda toca más alto que nunca y la cantante afro-zíngara entona "I can´t get no (satisfaction)" como si la estuvieran empalando. Porque de hecho la estoy empalando con una Fender Telecaster. Ja ja ja. ¡Que ustedes lo pasen bien!.
Alquilaría un teatro vacío. Enorme, con una acústica perfecta. Si hace eco, mejor que mejor. Plantaría a ambos en primera fila, separados tres o cuatro metros, para que no puedan ni tocarse por aburrimiento.
En el escenario, yo. Vestido con americana blanca con un pin de Bad Attitude Barracus bien grande a la altura del corazón, camisa con chorreras, vaqueros desgastados a la puta piedra y zapatillas de escalada rojas y amarillas fosforito.
Me frotaría las manos mientras sonrío durante treinta exasperantes minutos, recreándome en el gusto que mi persona y mi inteligencia producen en mi alma sublime. Se iban a joder los hijo putas.
Y a continuación el plato fuerte. Mi chiste estrella, que vá acerca de por qué las tostadoras tienen siempre un modo en el que se queman las tostadas. Que es bastante bueno, por cierto, pero que dura trescientos doce minutos.
Cuando empiecen a vomitar, doy paso a las entrevistas. Andreu Buenafuente y Eva Hache. Primero, ella. Empiezo a hablar bajito, bajito. Ella, mosqueada hace una mueca de su arsenal. No sabe que pasa, pero sabe que tiene connotaciones graciosas. Todo es gracioso. Yo sigo hablando bajito, entonces ella hace una mueca final de payasa y se acerca a escuchar. Entonces, llega el punto álgido de la entrevista. Con mi puño americano especialmente diseñado para sacar ojos, extraigo limpiamente esos ojos de treintañera farlopera que busca sexo guarro en los wateres de disco-pubes. Empiezan las risas de verdad.
Ahora gesticula y muequea realmente bien. El público estalla en risas, mientras la vé hacer sus clásicas muecas divertidas, manando la sangre de sus vacías órbitas. Como ella no sabe bien que pasa, aún ríe. Por si acaso.
El bueno de Andreu, que se descojona como el que más, no se ha percatado de que, entre el desconcierto y la algarabía, he introducido su corbata por el culo de Eva. El mismo culo que, acostumbrado a las prácticas sexuales treintaañeras, ha desarrollado por reflejo el absorber. Poco a poco se está asfixiando. Para aumentar la comicidad, le doy un toque de humor catalán al asunto. Dispongo los ojos de Eva en las gafas de Andreu. El humor catalán estriba en que después de hacerlo me quito el polvo de la hombrera y hago como que me ato la camisa, mientras pongo un gesto como de haciéndome el serio.
Eva no sabe que pasa, pero se arrastra al medio del escenario y gesticula. Ji ji ji. Se ríe, porque quizas esté pasando algo gracioso. Si al menos tuviera ojos podría ver como está asfixiando a causa de su propia presión anal al bueno de Andreu Buenafuente. Pero lamentablemente sus ojos están entre los de Buenafuente y sus gafas, asomando con gracia el rabillo del nervio.
Yo danzo alrededor de ellos el baile de la alegría y hago de mi chiste del modo del tostador que quema las tostadas una canción y todo el mundo ríe y festeja. Creo que estoy pulverizando records de audiencia, pero el teatro está vacío. Esta noche yo soy el puto Jay Leno.
Y por eso tengo que decir la última palabra, el último toque maestro. Lo pide el público. Andreu se retuerce paroxisticamente, gesticulando sus manos con los índices en su postura habitual "humor catalán", momento que aprovecho para sacar mi disco cortante modelo "Depredador". Secciono limpiamente los gorilescos apéndices, ambos. No desperdicio la ocasión para imitar con ellos al, ya casi fallecido, grotesco presentador. El teatro se viene abajo.
Pero aún no han visto el toque final. Introduzco los dedos índices, extendidos en la postura "humor catalán" en las cuencas vacías de la tal Eva Hache, que se ríe alocadamente. Ja ja ja. ¡Es de mala educación señalar con el dedo!, ¿sabias?. ¡Casi que no!. Ja ja ja. Está siendo una noche inolvidable. La gente aplaude y saca fotos, la banda toca más alto que nunca y la cantante afro-zíngara entona "I can´t get no (satisfaction)" como si la estuvieran empalando. Porque de hecho la estoy empalando con una Fender Telecaster. Ja ja ja. ¡Que ustedes lo pasen bien!.
Comments:
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K no,k no...son ejercicios de estilo...como hacían los pintores del 16-17 con los bodegones...y yo lo de Ramoncín se lo decía con respeto...creo que yo y mi colega Fono (ah, y Casimiro, el de LdA) somos los únicos fans de Ramoncín que quedan en Ejpaña...en su faceta musical, que conste...
yo soy otro de esos. Me sé las letras de los cinco primeros discos(hasta el Ramóncinco)de memoria.
Hombres marcados sin alma/
angustia para vivir/
deseos incontrolados/
te dan miedo si se acercan a ti
No te hablan/
no te besan/
No dejan que les mires así/
(Armónica)
Sin alma, esclavos/
enemigos de la sana moral/
son bellos, salvajes/
son hijos del oscuro hormigón/
No juzgan, no aman/
no juegan nunca a perder/...........
Hombres marcados sin alma/
angustia para vivir/
deseos incontrolados/
te dan miedo si se acercan a ti
No te hablan/
no te besan/
No dejan que les mires así/
(Armónica)
Sin alma, esclavos/
enemigos de la sana moral/
son bellos, salvajes/
son hijos del oscuro hormigón/
No juzgan, no aman/
no juegan nunca a perder/...........
Ese es mi profe...!!! Y qué me dice de "Golfa"?
"Golfa
no me puedes parar
golfa
he llegado al final
golfa
esta noche serás para míiiiiiii
Corre
date un toque mortal
respira
no lo dejes caer
golfa
esta noche me vas a matar
Me he puesto
mis zapatos de amor(?)
golfa
me los voy a quitar
nena
no seas así
yo
necesito un poco mááááááááásss..."
Y,así, podría seguir....me emociono...
"Golfa
no me puedes parar
golfa
he llegado al final
golfa
esta noche serás para míiiiiiii
Corre
date un toque mortal
respira
no lo dejes caer
golfa
esta noche me vas a matar
Me he puesto
mis zapatos de amor(?)
golfa
me los voy a quitar
nena
no seas así
yo
necesito un poco mááááááááásss..."
Y,así, podría seguir....me emociono...
Encogida en un portal
con el bolso raído
hambre de toda la vida
y sin un gil en el bolsillo,
está Mei, la lumi
está Mei la lumi
esperando...
su último hombre.
con el bolso raído
hambre de toda la vida
y sin un gil en el bolsillo,
está Mei, la lumi
está Mei la lumi
esperando...
su último hombre.
Profe...se ha dado ud. cuenta de que hay una serie de claves en las canciones de Ramón que se repiten como un leiv-motiv? Hablo por ejemplo de "hormigón", "bailar", "acero", "desnudez", "frío", "descampao"....cree ud. que es algún tipo de código Illuminati? O algo...?
Me avergüenza un poco ser tocayo de ese animal mediático... Le he visto en persona en el cine Paz una de las veces que fui a ver La guerra de las galaxias, cuando se estrenaron las Ediciones Especiales, y en un par de convenciones de Star Wars. De una de ellas se fue con una nave por la que debió pagar una pasta gansa. En esa misma convención había una pibita vestida de Leia (el traje del episodio IV con las ensaimadas capilares, no el de esclava de Jabba) que me puso bien roja la espada de luz.
O sea que Ramón es fan de Star Wars? Ummmmm......o sea que la gracia de ud. es Ramon?Ummmmmmmmm.....o sea que ud. y yo tenemos rojita la espada?Ummmmmm.....tengo que meditar todo esto....
Te puedo llamar Moncho?
Te puedo llamar Moncho?
Es fan de los frikis, frikis. Por lo visto tiene una buena colección de merchandising variado y se deja una pasta gansa en ello. Cuando le ví en el cine iba con uno de sus hijos. Hace bien en transmitir las enseñanzas de La Fuerza a sus retoños. Yo haría lo mismo.
Moncho es mu tonto, no tiene la dignidad de un Pepe o un Paco. Prefiero Ramoncito.
Moncho es mu tonto, no tiene la dignidad de un Pepe o un Paco. Prefiero Ramoncito.
Y le mola los cómics mogollón...y las putarracas como Ivonne Reyes...jo, aunque se me abren las carnes al reconocerlo...Ramoncín es UNO DE LOS NUESTROS!!!
Diossss...por qué...perraca
Diossss...por qué...perraca
Pues es bastante malo tu post sí, debe ser tu humor españolito, siempre tan caquillas... Y eso que el Buenafuente y la tia aquella son unos plastas, aunque tu eres peor. Felicidades, porque no es nada fácil. Ah, sí, para la curar la vanidad y la falta de modestia, siempre tan aburridas, un sistema inafalible y fàcil: ingieres un quilo de explosivo plástico con mecha y temporizador. Explotas, ¡y ya está! Te libras de ti mismo y de paso de todos los demás, Buenafuente y tia aquella incluida.
De nada.
Son 5 euros por el consejo. Puedes enviarlos a Finucio Cuccu, "Bar La Pattada", Bosa, Sardegna, Italy.
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De nada.
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