Pegamin

Repasando mis post musicales me he dado cuenta que solo hago semblanzas de señores pintados como puertas, con ropas como de cadete del espacio y con ritmos mas cercanos al pop que al güancangüol que promete el título. Hoy he decidido hablarles de una de mis bandas favoritas la cuál, para romper la racha, hacía un rock’n’roll crudo, primitivo, y sin florituras, que contaba con un cantante que gritaba como si le estuvieran haciendo la cera...y sin maquillaje, por supuesto...
The Sonics surgen en Tacoma, Washington, a comienzos de los años 60. La banda la fundan los hermanos Parypa (no es coña), Andy ,al bajo (esas palmas...) y Larry , guitarra (un aplauso...), los cuáles estaban fuertemente influenciados por Little Richard, James Brown, Chuck Berry, los Kingsmen o The Wailers (los que iban con Bob Marley no,otros), una banda de la zona noroeste de EEUU, iniciadores del movimiento garage americano y que influyó a varias bandas de la zona (zona que era un verdadero hervidero de grupos, por otra parte).

Tras numerosos cambios en la formación la cosa queda como sigue: el cantante y teclista Gerry Roslie (acreditado en los discos como “Jerry”, una auténtica fiera y con un chorro de voz que me río yo de Eric Burdon), el batería Bob “Boom Boom” Bennett (que, según declaraciones, rompía todas las noches los parches de su instrumento), el saxofonista Rob Lind (colega de Roslie y tan descontrolado como él) y, claro, los hermanos del apellido de risa. Este quinteto se convertirá en esa máquina de hacer ese rock’n’roll sucio, frenético y aullante que tanto les mola a ustedes.

Como pasa siempre con los grupos musicales los chavales empiezan a actuar por su comarca (imagino que tocando en tugurios, fiestas de instituto, puticlubs y demás comercios del ramo) hasta que consiguen un contrato discográfico (enchufados por el bajista de los Wailers, Buck Ormsby, el puto jefe del sello Ettiquette Records). Aquí graban una versión de un tema de Little Richard “Keep a knockin’” que al final sustituyen por “The Witch”, composición propia y peaso de tema sónico que fue un éxito en las radios musicales de la zona.

Su primer LP (un inciso...no se rían de sus padres cuando llamen a las cosas por sus nombres antiguos: Pryca por Carrefour o General Mola por Príncipe de Vergara...yo sigo llamando LP’s a los cedés....) es un clásico del garaje “Here are the Sonics” (1965). Está producido por Ormsby y por Morrill (otro miembro de los Wailers) y lo grabaron en unas horillas y en dos pistas (que garajero, no?). En éste disco ya aparecen algunos de los clásicos abrasivos de los Sónicos: “Strychnine”, “Psycho” (espectacular) o “Boss Hoss” que alternan con sus sucias versiones de clásicos del r’n’r. Concretamente, facturan 12 temas de los que 8 son versiones de clásicos del r’n’r de finales de los 50 y principios de los 60: “Do you love me” de Berry Gordy, “Walking the dog” de Rufus Thomas o “Good Golly Miss Molly” de Little Richard, entre otros...lo bueno de la fórmula no es tanto la elección de las versiones (que también) como la interpretación que hace el grupo de ellas: una ejecución potente, intensísima, desquiciada... con ese saxo distorsionado a todo rabo....tanto que son considerados como los abanderados del “proto-punk” o “60's punk” (zascandileando por ahí me he enterado de que también lo han etiquetado como Frat-rock –flipen- o Northwest Sound, el cual, según el diccionario Peebles de la música se define de la siguiente manera: “coge una banda sucia, desaliñada y ruidosa; dales un viejo riff de r´n´b como “louie louie” o cualquier canción de Little Richard; añade un vocalista que domine los gritos viscerales y espeluznantes y un guitarrista inepto y trastocado preparado para entrar en acción a la voz de ¡a tocar!, grábalo todo en directo en algún club juvenil de algún suburbio en Oregon o Washington y ya tienes el disco arquetípico de Northwest Sound”).

Sus temas propios son las verdaderas joyas del disco. Las canciones de Roslie hablan de chicas ligeritas de cascos, estricnina, coches guapos, psicópatas....lo que vienen a llamarse "temas universales"...

Como ya son conocidos en su zona se dedican a telonear a grupos de éxito como los Beach Boys o los Kinks (Inciso nº2: ni Beatles ni Stones ni gaitas, estos sí que son unos figuras). Su sonido es muy característico. Andy les contará por qué: “si nuestros discos suenan distorsionados es porque lo están. Mi hermano Larry manipulaba los amplificadores y siempre estaban saturados. A veces desconectaba los speackers y los agujereaba con un picahielos. Por todo esto acabamos sonando como un tren a punto de descarrilar”.

Entran a grabar su segundo disco: “Sonics Boom” (1966), que sigue la misma línea aunque un poco mas atemperados....aún así tenemos cortes tremendos como “Cinderella”, “Don’t be afraid the dark” o versiones como “Skinny Minnie” de Bill Haley, “Hitch Hiker” de Marvin Gaye y la espectacular interpretación que hacen de “Louie Louie” de los Kingsmen. Cómo pasa en su anterior disco lo mejor son los temas propios.
Este mismo año se cambian de compañía y fichan por una más potente, Jerden Records, con quién graban su tercer disco “Introducing The Sonics” (también de 1966). Les produce Jerry Dennon, que había producido a los Kingsmen, pero el resultado no fue del agrado del grupo, que renegaría del album, ya que estaba muy alejado del salvajismo de sus primeras grabaciones. El último single que sacaría la formación clásica del grupo sería “Any way the wind blows”, una versión del tema de Frank Zappa & The Mothers of Invention (¡¡¡que alguien llame a Fruno!!!).
Entonces pasa lo que pasa siempre en los grupos: el choque frontal de egos. Los hermanos Parypa (ji,ji,ji) le quieren hacer la avioneta a Roslie. Es un enfrentamiento entre los fundadores de la banda y el cantante y principal compositor. En 1967 le dan puerta. Su salida y la del batería, Bennett (que se había marchado anteriormente porque no le gustaba el camino que estaba tomando la banda) serán la puntilla para los Sonics.
Hay nuevas incorporaciones para cubrir las bajas pero, en 1968, los miembros originales se irán chindando para dedicarse a sus labores. A finales de los 70 el grupo se parecía tanto al original como un huevo a una castaña.
Pues esto es todo, amigos...una banda de apenas 3 discos, especialmente recomendables los 2 primeros, y muy reivindicada por esos señores que adornan las portadas de sus discos de cabecera (desde Iggy Pop a Pearl Jam, pasando por los mismísimos Stones o REM, Radio Birdman, los Dictators,etc...). Si los conocían rescátenlos. Si no, les envidio: unos chavales con esa pinta de estudiantes del CEU ,que hacen un rock’n’roll tan desquiciado, y a mediados de los 60, son algo a descubrir en estos tiempos de MTV, superproducciones, megaconciertos y mamarrachadas...