miércoles, 1 de febrero de 2006
Pateando la calle: Antoñito
Si ustedes viven en la acogedora ciudad de Madriz y, por un casual, se acercan a la Jefatura Provincial de Tráfico, sita en la residencial calle de Arturo Soria, es posible que coincidan con Antoñito, persona humana de género masculino y entidad borderline de primer orden...
Antoñito es un señor muy mayor, calculo que debe estar entre los setenta y tantos y los ciento y pico años,muy bajito y delgado y simpatiquísimo...en verano puede que les pase desapercibido pero en otoño-invierno le verán con su gabardina-pelliza, una prolongación de sí mismo, como un exoesqueleto de franela: “yo,haga frío o haga calor, la gabardina me la pongo el 1 de Noviembre y me la quito el 30 de Mayo”. No es una exageración. Antoñito es inflexible, está programado como un robot, lo cuál me lleva al porqué de esta semblanza: Antoñito hace el robot. Y lo hace como nadie. Quizás cualquier chaval moderno y bailongo lo haga con una técnica más depurada pero no con el mismo empeño...hay que verle, girando el torso con los brazos semiflexionados y las manos como un Click de Fámobil, rotando el cuello en dirección contraria, inclinándose hacia delante en un ángulo de 45º y saludando como (él piensa) lo haría un androide, como haciendo un “cinco lobitos” cibernético...
Yo a Antoñito le conozco por un colega mío, que por motivos laborales frecuenta mucho la Jefatura de Tráfico, el cuál adora a éste tipo de personajes, casi los colecciona..Resulta que éste señor trabaja en una Clínica de ésas done te hacen un psicotécnico que lo mismo te sirve para renovar el carnet de conducir que para acreditar ante la Administración que estás dabuten y está en Tráfico un día sí y otro también (de hecho las pocas veces que he ido le he colocado en plan Kraftwerk). Trabaja con su gemelo, un señor que, por fuera, es idéntico a Antoñito pero por dentro no. Su hermano es serio, circunspecto, no sonríe y, por supuesto, no hace el robot....tengo la sensación de que Antoñito es el marmotilla de la Clínica, el chico(¡) de los recados y su hermano es el putojefe, pero a Antoñito no le importa porque Antoñito es feliz haciendo el robot del espacio exterior a los punkis que reparten propaganda de la competencia a las puertas de Tráfico o tocando la armónica a las funcionarias jovencitas. Esa es otra. Siempre lleva una pequeña armónica y un peine de esos imitación carey para salir guapo en la tele y,es que, Antoñito es carne de entrevista callejera,..en cuánto le ven el aire le entran, cámara en mano, pa que haga el número...De cuando en cuando le veo en algún zapping o en esas encerronas que hacen a la peña en la Calle Preciados. La última, el día del Debate sobre el estado de la Nación, Antoñito interpretando con la armónica de marras el himno de España en la misma puerta del Congreso, a su rollo....
Si le ven dénle cancha, pídanle el robot o que les interprete, no sé, “El sitio de Zaragoza”...ya les digo que es muy accesible aunque, eso sí, un poco brasas: les va a enseñar su colección de fotos con famosos (muy guapa en la que sale con la Infanta toli) o contarles como estuvo tocando la armónica, como último homenaje, en la tumba de Antonio el Gitano.
Pd: prometo foto, tal vez una actualización en plan Antoñito 2.0
Comments:
<< Home
dile a tu colega que en el ramal opera-norte, por las tardes, hay uno de esos señores que vende poesías, que es el heredero de la señora aquella de fuencarral de los chistes de amor. un dia te guardo una y se la escaneo.
el de te vendo mi poesía no será el que está siempre tirado en el vips de gran vía, no? lo han trasladado?
A mí me mola uno que se pone en la puerta del Vips de la plaza de los Cubos...un gañán inmenso que no pide,exige, con voz de cazallero: "dame 100 euros"...o "tú, dame dinero!"....
en cuatro caminos - tetuán fue popular durante bastante tiempo un hippy que te pedia cinco pavos para cerveza. fue el primero en usar ese truco de enrollado y sincero. luego ya se fue poniendo de moda y mola menos. hay un par de indies pobres en la gran via que ponen un cartelito que pone "para un ferrari" y me resultan odiosos. aquel pavo es que iba y se compraba la cerveza de veras, o se te pegaba al corro. en tetuán-perón también había una señora mayor, muy seria, que te pedía que la ayudaras a escribir una carta y luego eran mensajes eroticois para el presidente del gobierno. era la epoca de felipe gonzalez, claro, con el cambio de turno supongo que lo dejaría.
Si empezara a contarle lo que hay en mi barrio fliparía...llegamos a pensar que el Gobierno había hecho pruebas nucleares en los terrenos donde se edificó...
En Lavapiés también hay un tío que vende poesías por la voluntad. Éste concretamente es mudo, o al menos se lo hace. No dice ni mu. Viene casi todas las noches al bar en el que trabajo de vez en cuando, y una noche en concreto, que estaba todo hasta la bandera y estábamos abiertos pasadas las tres de la mañana, el tío se me acercó amablemente, y me escribió en uno de sus papelitos "Bajad la cancela, está la policía rondando", o algo así. En otra ocasión, acabada la jornada del bar, apareció y me regaló un taco de poesías, como treinta, porque le invité a una caña. Un tío muy majo.
Estos personajes me inspiran una gran ternura, me molan, me obsesionan y,aunque suene políticamente incorrecto, en ocasiones, me divierten...mucho
pues nada, yo tendré que entrevistar al imitador de elvis que hay en mi pueblo.
esta navidades, estaba dando un paseo con mi novia y lo vimos, el tío ahí to chulo con su radiocassette y sus gafas de rey cantando encima de la música y mirando desafiante al precipicio.
no tuve cojones de entrarle pero nos quedamos un rato allí admirándolo y el tío se ve que se dio cuenta y nos regaló sus mejores poses.
a mí me gusta no por lo bizarro del rollo del impersonator andalú, sino porque el tío tiene una elegancia que está en peligro extinción, la misma que tienen las chicas macarras o los ídolos gays de Don Balón.
Publicar un comentario
esta navidades, estaba dando un paseo con mi novia y lo vimos, el tío ahí to chulo con su radiocassette y sus gafas de rey cantando encima de la música y mirando desafiante al precipicio.
no tuve cojones de entrarle pero nos quedamos un rato allí admirándolo y el tío se ve que se dio cuenta y nos regaló sus mejores poses.
a mí me gusta no por lo bizarro del rollo del impersonator andalú, sino porque el tío tiene una elegancia que está en peligro extinción, la misma que tienen las chicas macarras o los ídolos gays de Don Balón.
<< Home