miércoles, 3 de enero de 2007

 

Esnifar Pegamín.

No es díficil, coño. Aun así ahí están las Instrucciones para aquellos con 2 neuronas máximo. (Encontrado en una revista andergraun de nombre Star, de cuando El Torete andaba con la recortá.)

Comments:
Se le ponen los ojos al gachó como a las víctimas del Yeti en Pánico en el Transiberiano.
 
En Star creo que andaba Karmele Marchante...escribiendo de música y tendencias: "Que te calleeeeeeeeeesssss, Karmele"
 
Sutil documento gráfico poseedor de un afan didactico sin prededentes... por la apariencia de este individuo diría que ha leido demasiado a Carlos Castaneda, el chaman peyotero-filósofo y necesita elaborar un analisis empirico de las sensaciones aprehendidas por el maestro del alucinaje lisergico... esos ojos me han cautivado, tienen como un brillo semaforico especial
 
Si, yo cuando leí el nombre de Karmele (en el cargo de Directora periodística de esta revista) me quedé...como el maromo en la última foto. Así que la tipa era una progre drogota contracultura, pensé. Pero no: luego oí en algún foro que solamente prestó su nombre porque necesitaban alguien con licenciatura, o algo así. Sigue abierta por tanto la puerta a la cordura.
Por cierto, menuda carnaza de revista: me hice con un buen manojo en una libreria de viejo y hay que ver la de "sex drug and rock and roll" que le metían...hasta hubo un famoso número con la portada del gato Fritz burlándose de unos polis que provocó que les confiscasen todos los números a la venta.
 
Mis amiguetes y yo, en mi tierna infancia setentera, metiamos la cabeza en un barril donde un carpintero tiraba cola, y molaba mucho ese gustirrín que te subía por las piernas y te explotaba en la cabeza dejándote la baba colgando. Mucho tiempo después me enteré de que eso era DROGA,y que mataba neuronas volviendote tonto,lo cual es mentira porque yo tengo el EGB y leo el pegamín.Y los del pegamín, todo el mundo lo sabe, podrán ser unos tarados emocionales con tendencias fetichistas, pero tontos no.
 
Por cierto, me cago en el vudú, que me dejó tuerto y sin un guebo.
 
Bueno, lo de los Pegamines es un caso de arduo estudio que creo se está llevando a cabo en varias universidades internacionales, sin todavía llegar a resultados concluyentes.
Igualmente (igual esto que voy a contar ayuda a los investigadores) en los tiempos de EGB me metí mis primeros viajes. Como muchos otros chavalines también yo le cogí el gusto a aquello de marearte dando vueltas como una peonza sobre tí mismo (además era gratis y disponible a cualquier hora). Así nos lo pasábamos un colega y yo en los recreos, tirados por el suelo, riendo mientras el mundo seguía girando a su puta bola. Al final, él empezó a cansarse y se fue quitando, pero yo, como un campeón, todavía proseguí haciendo alguna que otra escapadita giratoria una temporada.
 
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Yo siempre he sido más de follar que de drogarme...me refiero que me gustaba más...no que lo hiciera más...cuando ustedes se comían las gomas de borrar y esnifaban pegamento yo me subía a los columpios y me apretaba con la barra en mi paidopollita...me daban unos subidones....lo sigo haciendo, solo que ahora canta mogollón...
 
No creo que cante tanto, Don Julito...
 
Yo durante un tiempo fuí adicto a los descensos de montaña en bicicleta. La sensación de poder despeñarte en cualquier momento y el SUBIDON de adrenalina que tenias cuando llegabas abajo eran mejor que cualqier cosa.

Luego esta oficina me robó la vida.
 
Mmmmmm, y la sexualidad de la barra de basket. Bendito el día en que se me quedó la pelota atrancada en el aro y decidí subir por la barra a por ella. También me pasé mis buenos recreos apretando mis ingles contra el hierro, pensando en lo que los demás colegiales se perdían hasta que en día me dí cuenta de que los demás ya conocían la "sensación", que me miraban como diciendo "míralo, maricón el último".
 
¡Oh, cielos, que infancias más bien aprovechadas!
 
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