viernes, 19 de enero de 2007

 

Me ponen caras raras

Vaya por delante que no creo en destinos, hados, profecías o predestinaciones, no soy una persona supersticiosa ni tengo un transtorno obsesivo-compulsivo (bueno, creo), pero, últimamente, ando un poco emparanoiado ya que cada tres o cuatro días, desde hace aproximadamente un mes, me topo con personas con severas deformidades y/o cicatrices en sus rostros. Y no hablo de un menda al que le han partido el rostro con una cuchillada, por chivato, y ha quedado marcado, para siempre, como prototipo del lumpen del barrio (ya saben, esos personajes que aún embutidos en un terno de Hugo Boss, con peluco de 6000 pavos y zapatos de 1200, siguen cantando, a volumen brutal - que dirían unos señores muy mayores -, a mangui, a talego y a apártate-de-mi-camino-que-te-follo-el-alma) o de la chavala que remató de cabeza en la sartén donde su madre preparaba las torrijitas una aciaga Semana Santa. No. Hablo de, por citar uno de mis últimos encuentros en la Tercera Fase, toparme con una chiquita con el rostro completamente tirante y reluciente que deja una quemadura brutal y sin más nariz que un agujero en medio de su rostro. Todo esto encima de un cuerpo espléndido de veinteañera y con un par de ojazos azules tremendos.
Todo empezó antes de las Navidades. Un día, en la cola del banco, entró una chica con una quemadura en de Defcon Uno en su cara. Parecía como si le hubiesen bañado la cabeza en ácido, como esas pobres camboyanas o tailandesas que han colocado huyendo las mafias de trata de blancas. Se notaba que había cirujía reparadora de por medio y que aún quedaba un largo camino y, a pesar de eso, el tema era jebi. La chiquilla estaba un poco tensa porque, aunque la gente, con toda la buena intención del mundo, intenta no fijar la mirada para incomodar, es inevitable quedarse pillado al primer vistazo y elucubrar de qué manera puede uno quedarse en tal estado: si currando de crash test dummie, si al sufrir la cólera de un gañán celoso, digno de aparecer en una copla psycho, un incendio o qué.
Poquito tiempo después, un domingo de esos espléndidos gracias al Efecto Invernadero o a los desodorantes de spray y las Megacorporaciones Industriales Malvadas (valga la redundancia), en el Rastro madrileño me crucé en la Plaza del Campillo, donde los tebeos, a un pollo con la cara más rara que, hasta ahora -que todo se andará, visto lo visto-, me he topado. Para que se hagan a la idea, es como si se le hubiera caído la cara y se la hubiese puesto de nuevo pero sin paciencia, sin cuadrarla en su punto justo...si alguna vez han estado en una fiesta de disfraces y han portado careta o máscara, se acordarán de que una vez bien cociditos, a altas horas de la madrugada, el tema va resbalando y uno ya solo ve por una rendijinas y la nariz asoma por el hueco de la boca. Como en esas tomas cinematógraficas de películas de gladiadores, donde el punto de vista de la cámara, nos muestra como el luchador del tridente veía, con su yelmo, menos que una polla envuelta en un trapo. Pues eso. Una cara inexpresiva, tirante, como la máscara que llevaba el actorcillo ese de la tónica en una película muy rara de un director bajito. La verdad es que iba distraído y me pegué un buen susto.
Hace un par de semanas, en un megacentro comercial, un chavalín con un rostro abollado y una corona de esas de Traumatología, que le ceñía el cráneo como un halo de santidad. Esas coronas que se ven circundando tibias partidas, con clavos que perforan hueso y parecen de peli de Cronemberg. La criatura, como niño que era, jugaba y corría pero con sus movimientos supeditados a la corona de espinas que le habían colocado los centuriones romanos de la Seguridad Social.

Luego vino la chica sin nariz pero con ojos bonitos. Ultrapija y joven, cambiando apuntes con sus compis que, cuando no miraba, la contemplaban con un catálogo de miradas en las que se reflejaba de todo.

Hasta la fecha el tema se ha rematado con un reportaje en el dominical de El País en el que nos cuentan la historia de un joven marine de EEUU, al que una bomba (y los desvaríos de su Presidente) han customizado de tal manera su cuerpo y, especialmente, su rostro que parece un cenobita, un alien o el toli de Los Goonies. Una masa informe de carne fundida como los restos que dejan las velas de Ikea cuando se consumen. Para suavizar, las declaraciones de su novia (ahora esposa formal) que, jocosamente, y con un buen rollito raro, comenta (y cito de memoria): "le llamo cariñosamente Señor Patata". La verdad es que si le hubiesen fotografiado con la cabeza envuelta en papel albal y apoyada en una fogata hubiera pasado por un boniato gigante. No crean que me río de éstas desfiguraciones, más bien al contrario, son angustiosas por poca empatía que uno tenga. Solo quería contarlo.

Comments:
Son rostros customizados, Julito, no se angustie. No ha oido hablar de la pava en cuyo rostro luce medio gepeto de una muerta? Pues eso. El último (literal) grito.
 
A mi me parecio muy simpático el marine y más su señora. Qué saber estar con la antorcha humana en horas bajas y esos besos en la boca. Es un claro ejemplo del triunfo del amor, estoy a la espera de que alguno de estos exburnmens sea de Utah y en vez de una le veamos rodeado de todo un harén y se besen.Y que usted lo vea.
 
Juuuuuuulia!!! Babosa caduca!!!
 
Jajajajajaja!!!!!!!!!!
 
A mí también me pasó algo parecido en Navidades pero con enanos. Cuatro en un día y no había ninguna convención de bajitos. Tampoco eran enanos llamados acondroplásicos, eran como señores normales de 50 centímetros. Parecía que a cada diez pasos me saltara uno.

Sobre el señor patata iba a hacer un chiste pero no hay ganas para humor tan negro un viernes :/
 
Usu se ha enfadado. ¿Será el Señor Patata?
 
Para un punto bueno que ha tenido...no, es que se está tomando un respiro entre exámenes parciales
 
Alguno de ustedes conoce el caso de la señora madrileña sin cara? una a la que regalaron una careta en un pograma de la tele para que saliera a la calle sin que los perros gañeran, la leche se agriara y los pájaros levantaran el vuelo?
 
kaleidoscope girl, es que era la familia de ender
 
Aviso para piratas.
Llevaba yo también escribiendo toda la vida "Cronenberg" con "m", como Julito, y así es: que no me salían todas sus pelis en la mula (solamente algunas).
 
Ya sabíamos que eres falto, mendruguete, no lo pregones tanto que da grima...
Hijoputa!!!
 
menudo depredador estás tu hecho, usurero menudo! Oliéndome el culo a solo unos minutos de distancia.
 
Pringao...

Amunt Valencia!!!!
 
Qué cosita. Siempre presentí que en algún momento harías honor a tu naturaleza vírica transformándote en un gusano informático, residente en el adsl y detectable en todo momento para hacerme compañía. Estamos en contacto pues.
 
Este ,si hay alguien hay por favor saqunme del pegamin para que me pueda pasar al beta y luego me invitan
 
o haganme administrador , más facil ,asi yo me autoinvito y luego me salgo.
 
habría que pasar el pegamin a la nueva versión .

1977 ya lo ha hecho con el suyo a lo mejor podría contarnos su experiencia (esa no, la otra ¡guarro!)
 
Pasarse al otro es una jodienda. Cada uno de nosotros tendría que hacerse una cuenta nueva (manda cojones). El mío no lo pasé, simplemente abrí otro (que cerré hace unas semanas) en la beta. Mientras no haya que pasarse por cojones, yo no soy partidario de hacerlo.
 
Yo ya creé la nueva cuenta...vosotros ustedes mismos...yo soy un mandao
 
Que le den por culo al nuevo. Old school!
 
Que le den por culo a tu madre!
Old bull!!!!
 
Yo no tengo cuenta (en google, supongo que estamos hablando) tendría que hacerme una. Lo que dice seventy seven es cierto, parce
 
Parece que la nueva versión es clavada a la anterior, cambiarse en esas condiciones es una gilipollua. Seguramente al final será obligado, como pasar del windows 98 (que todavía colea por ahí)al Vista.

Si hay que votar, mi voto es "me la pela"
 
Cargan más rápido las fotos...
 
entonces me quedo con la "old school", que eso si se me hace raro la pinche campaña tan agresiva de bloguer abro mi escritorio y lo primero que sale es "ya esta lista tu nueva version de blogger"
 
Jeje, esto me recuerda a los Paco Martinez Soria discutiendo en "El turismo que gran invento" lo de ir a la par de los Nuevos Tiempos. Pues yo pienso de que la modernidad para el follar puede ser buena, no mucho pero igual algo ayuda. Pero claro, a mí me la suda que no tengo blog aparte en Google.
 
Tú no follas, botarate!
 
lo dices de manera exhortativa? envidioso filogay.
 
macho, esta mañana a las 8 y media me he encontrado uno así en clase... o eso o los porros que me están pasando factura en forma de criaturas subhumanoides
 
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