miércoles, 9 de mayo de 2007

 

el Rock Peludo de los Ovnis: la Historia

"Había trabajo para todos los rocanroleros y había chamacas más fácilmente, estaba muy bien el movimiento juvenil en general". Ernesto Jesús de León Rodríguez, guitarrista de los ovnis circa 1967.

A mediados de los años 60, el futuro de la música depende de 5 muchachos del DF. Llevan varios días encerrados en un estudio de grabación dando los últimos retoques al disco que puede encumbrarlos a la cima del pop mexicano o condenarlos al más absoluto ostracismo. Mientras ejecutan por enésima vez su versión de “Baby Please don’t Go” dos cuerpos luminosos procedentes de una galaxia lejana invaden la habitación para interrumpirlos. Lo que sigue es el diálogo que tuvo lugar entre las entidades extraterrestres y Armando Vázquez, incontestable líder de unos héroes latinos que en ningún momento dejaron de tocar.

- Somos locutores de Ovnilandia y hemos venido por ustedes para presentarlos ahorita mismo en nuestro programa “A Go-Go”.
- ¡Pero no podemos!
- ¡Ah! ¡Se niegan! Han de saber que si no aceptan venir con nosotros, no volveremos a transmitir más música de la nueva ola.
- ¡Oiga! Pero de veras no podemos, ¡estamos grabando! ¡Oiga! De verdad no nos es posible ¡Oiga! No puedo ahorita en este momento. ¡No! ¡Por favor se lo pido! ¡No! ¡No puedo más!

Como lo ven, una pandilla de jóvenes peludos enfrentándose a la censura espacial, combatiendo poderes sobrenaturales, anteponiendo su profesionalidad a los imperativos de una raza superior, como los Ramones. Algún demagogo verá en esto una metáfora sobre la lucha contra la represión política, una alegoría a la independencia artística o ambas cosas. Sin embargo ellos dejan claro que su única intención era, en palabras de su propio líder, “armarla gorda”. Al igual que muchos de sus congéneres, también Armando y los suyos terminarían plegándose a las exigencias de las disqueras. Ténganlo presente, los Ovnis eran, simple y llanamente, unos juerguistas.

No se preocupe, no le pasa nada a su monitor. La transmisión está bajo nuestro control. Podemos adaptar su visión a cualquier cosa que pueda concebir nuestra imaginación. Durante los próximos minutos controlaremos todo lo que lea y diga. Está apunto de experimentar el asombro y el misterio que llegan desde lo más profundo de la mente hasta “el Rock Peludo de los Ovnis”.

La prehistoria.

Acaban los 50, los combos de rock primitivo y Elvis Presley causan estragos en los adolescentes de todo el mundo. Los Teddy Bears, comandados por un Armando Vázquez de tan sólo 17 años, recogen el testigo y llevan la buena nueva a los corazones de sus paisanos. Estamos en el año 1961 y la banda la completan los hermanos Velázquez, Jaime Pérez y Jorge del Razo.

Su salvaje presencia escénica y dotes melódicas les valen un contrato con Discos Coro. Es entonces cuando graban “Nena no te irás”, su primer sencillo, y rápidamente escalan a lo más alto de las listas del país. La canción goza de gran popularidad entre la chavalada y la discográfica, que quiere rentabilizar el éxito al máximo, los lleva de gira por todo México amenizando bailes y fiestas universitarias. Compiten en repercusión con míticos conjuntos como los Apson Boys, los Beatniks, los Locos del Ritmo, etc. Esta etapa del grupo culmina con una inolvidable actuación en el programa de televisión “Sábados Alegres”, en la que Armando es recordado porque “se tiraba al suelo como un poseso de eso que los jóvenes llaman Rock & Roll”.

Unos rockeros de Liverpool cogen un ferry a Alemania y vuelven con los peinados y el ritmo más modernos del mundo. En 1964 son célebres en todo el planeta. Al otro lado del charco, los Teddy Bears se miran al espejo y ya no se ven tan trendsetters. Hartos de tocar eternamente la misma canción, graban un EP con versiones de los Beatles y se despiden de su nombre y su primera compañía.

Meet the Ovnis.

Corre ya 1965. En el café Roselli se reúnen las mentes más inquietas de la ciudad. Por allí se deja caer nuestro amigo Armando reclutando espíritus afines a su causa. Es verdaderamente en este caldo primigenio donde nacen los Ovnis, alias mucho más acorde con las preocupaciones y hábitos de la época. El carismático frontman tiene una meta para la nueva alineación: “o arrasamos con todos los conjuntos musicales que existen, o nos retiramos definitivamente del ambiente artístico juvenil de México”.

Gracias al breve pero deslumbrante currículum como los Teddy Boys, enseguida consiguen firmar con Discos ECO, que se convertirá en su casa hasta el final de su carrera. Un cover de “Enrique VII” les devuelve a la fama y les lleva a triunfar en los, entonces de moda, cafés cantantes. Entre los más concurridos está el “Tiki-Tiki”, situado en la capital y descrito por Ernesto Jesús de León (futuro guitarrista del grupo) como “un local ubicado en un sótano y en cuanto descendías por las escaleras te encontrabas inmerso en una atmósfera underground que respiraba el rock'n'roll por todos los lados”. El Nasti un sábado cualquiera, para que se hagan una idea.

Aunque logran colgar más de un "no hay entradas", encabezar un festival junto a los Yakis, el Klan (no me miren con esas caras) y los Dug Dugs y hasta firmar un contrato para el teatro Lírico, no todo son buenas noticias, ya que el grupo es objeto de numerosas críticas. La mayoría del repertorio está compuesto por temas ajenos traducidos al español, los mandatos de la discográfica les llevan a grabar auténticos engendros, los cambios en la formación se suceden, etc. En definitiva, a pesar de su innegable calidad y buen gusto para las adaptaciones (desde los Kinks a Paul Revere and the Raiders), el grupo no convence, no termina de despegar.

Hippies.


La entrada a principios de 1967 del mencionado Ernesto Jesús de León por el guitarrista Jorge Gutiérrez, proveniente de la disolución de los malogrados Blue Caps, supuso un relativo soplo de aire fresco. Junto a él firmarán “Hippies”, su canto de cisne y primer LP confeccionado en su práctica totalidad (salvo una relectura del “Light my fire” de los Doors) con temas originales.

A finales de los 60 todas las miradas apuntan a San Francisco, epicentro de la contracultura y cuna del movimiento hippie que, como un virus letal, se extiende vertiginosamente por todo el planeta. Armando y sus compañeros, durante años catalizadores de la moda en la república mexicana, no son inmunes a esta enfermedad y deciden añadir un teclado Farfisa a sus composiciones para darles un toque más ácido. Además, las aderezan con una pizca de compromiso cultural y se erigen en portavoces generacionales.

Lamentablemente, la maniobra llega demasiado pronto. Un disco conceptual cargado de ideología subversiva sobre la paz, el amor libre y la justicia no podía calar entre sus compatriotas, que prefieren seguir bailando al ritmo de las versiones de siempre. Aún así, es el LP más recordado de su carrera (el primer disco de rock mexicano formado por temas originales, he leído por ahí, aunque lo dudo mucho).

Debido a este relativo fracaso y a los problemas internos que arrastraban, los Ovnis terminan disolviéndose sin haber conseguido su objetivo de arrasar con todo.

Los Ovnis en la actualidad.

Esta foto del 2003 corresponde al último avistamiento del que se tiene noticia y hace pensar en una puntual vuelta a los escenarios secundados por amigos o familiares que probablemente no habían nacido cuando sus fans ya abarrotaban los cafés cantantes.

Electro Harmonix ha editado “Desde El Espacio Exterior”, un 10” que agrupa sus éxitos comprendidos entre 1965 y 1967 y el doble recopilatorio “Más Rock and Roll”, en el que se incluye “el Ovni”. Las remasterizaciones, todo hay que decirlo, son bastante pobres. El resto de su discografía es difícil de conseguir por aquí, a excepción de “Hippies”, disponible en su P2P favorito.

Formaciones.

TEDDY BEARS

1961: Armando Vázquez, Héctor e Ismael Velázquez, Jorge del Razo y Jaime Pérez.

LOS OVNIS

1965: Armando Vázquez, voz; Marío Covarrubias, batería; Antonio Limón, bajista; Armando Carmona, acompañamiento; Jorge Gutiérrez, guitarra.

1966: Armando Vázquez, voz; Jaime Pérez, armonía; Guillermo Soto, batería; Antonio García, bajo; Agustín Anaya, guitarra.

Nota: En teoría tendría que ser Ernesto y no Agustín Anaya quien sustituyese a Jorge Gutiérrez, debe haber un error.

1968: Armando Vázquez, voz; Jaime Pérez, bajo; Guillermo Soto, batería; Luis Alanís, teclados; Ernesto de Jesús de León, guitarra.

Discografía.

Excitante (1965)
Los Ovnis (1966)
Somos Amantes (1966)
Mary Mary (1967)
Napoleón XIV (1967)
Hippies (1968)

Links.

Casi todo lo que he encontrado está en esta web:

Rock and Roll en México

Desde ella se puede acceder a varias listas de correo dedicadas al rock mexicano. La mayoría de los miembros son nostálgicos que intercambian fotos, anécdotas e información relativa a sus ídolos, una suculenta base de datos.

CONTINUARÁ...




PD: Muchas gracias a Luis Gustavo Zamora por las fotos y los discos.

Comments:
Joder, qué post más guapo Ender!!!! este va directo a la barra de Pegamín del Bueno
 
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
 
estoy con don julito...al pegamín del bueno...!!!
 
¡¡¡Qué feo es el enano de Ronda!!!!
 
qué puta la gitanita de cuatro caminos
 
la que cantaba con losjú???
 
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