miércoles, 24 de octubre de 2007
Joder, yo me las afeité una vez...
Bueno, me las afeitó mi novia de aquel entonces. Cuando te empieza a salir el pelo otra vez pica de cojones (obviamente). Pero no hay nada mejor que arrascarse cuando algo te pica.
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A mi novia que era muy adicta a afeitarme los huevos, la tuve que dejar cuando empezó a mostrarlos primeros síntomas de Parkinson.
Llevar los cojones afeitados es un acto de amor verdadero. Igual que lo es que se metan tu escroto en la boca por completo, cuando el radio del pelazo en el mismo supera el tamaño del churro en erección.
A mí me mola mucho más lo segundo, es como si estuviera presenciando a una devoradora de cabezas reducidas por los jíbaros en acción.
A mí me mola mucho más lo segundo, es como si estuviera presenciando a una devoradora de cabezas reducidas por los jíbaros en acción.
Humungus, lo borda, que clase de vellosidad tiene uste, se hace trenzas colganderas.
A ver lo de pasar una rapadora pues lo entiendo, pero afeitarlos, cómo no se cortan con la poca tensión que esa piel tiene...
A ver lo de pasar una rapadora pues lo entiendo, pero afeitarlos, cómo no se cortan con la poca tensión que esa piel tiene...
paca, como decía big h. en la última entrada de su copioso blog, su falo violáseo-y-lleno-de-nervaduras luce más si se rasura los huevos de codorniz
Al punky malencarado ese que me ha invocado, no lo vuelva a hacer o no tendré más remedio que demandarlos a todos por daños a mi honra.
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