Pegamin

Cautivo y derrotado el ejército troll (ver los penosos comentarios en el blog de Xabi -indignos de un troll con pelos en los huevos, quejosos, llorones, acusándome de ir dejando sus cadáveres por las cunetas con mi alma negra como el tizón, pidiendo una Ley de Memoria Histórica del Troll y autojustificándose -cual profesores de religión en paro- y mandándome mensajes al privado diciendo que les ofendo gratuitamente -¿pero qué clase de trolls son estos?- y clamando a La Haya y al Omnibusman para que les salve de mi vesania y mi insania... vamos, un desastre), y yo mientras con más callo (la frase de Nietzsche sobre lo que no mata engorda y la megarelectura de Ellroy en la que ando metido, que el amigo James, con su poderío luterano, me reconstituye siempre más que el Multicentrum), pues aquí estoy de nuevo, por la gente a la que aprecio y que me aprecia (empezando por quienes más han dado la cara por mí, Fruno, Xabi, Don Julito, y siguiendo por los demás, como el number 77 -que me descubrió ese tesoro inagotable del Pezhammer-) . Ahora tengo nuevo blog que atender, junto con Xabi y Fruno, entre otros, y mi presencia por aquí será más espaciada tanto en entradas como en comentarios. Pero como está claro que lo que más puede joderle a un troll es no seguir su compás pues eso, que (siguiendo sin entender muy bien el placer de admitir trolls en un blog -ya dije lo que tenía que decir sobre el particular en uno de los posts de aquí-) no me da la gana de ser echado por alguien que no sea los administradores de esto.
Al fantasma casposo, pa flojito tú. Y esto de perpetrar posts en lenguaje cobol o directamente mandar spam comercial... uy, ya raya en la demencia senil y en la decadencia trollera. Se echa de menos el recio y proverbial TUPUTAMADRE (escrito en román paladino del que usa el troll para insultar a su vecino).
Desde mi ausencia he visto un notable poderío en las nuevas entradas (modélica la serie de lugares inexistentes -incluida la vagina bernardina-, sorpresiva -por lo inesperada- la glosa daliniana, y este balance evocador de la STIFF, pues también muy completito).
El Zurdo de alma negra que hace llorar a los trolls (que es como hacer llorar al Niño Jesús) y les obliga a ponerse quejosos y melodramáticos y victimistas HA VUELTOOOO más SURRRRRDO QUE NUNCA!!!!!!
Y, por supuesto, los trolls tienen licencia para hacer bromas con mi subidón bipolar o cosa por el estilo. No, si hasta les tengo que dar pie para las puyas. Si no, van a seguir con el lenguaje cobol y esto va a acabar degenerando en una sucursal de PC CITY.