Pegamin

Mancia: (del griego mantis-vidente y mantike-arte de la profecía. En latín divinatio) Intento de conocer lo desconocido, lo futuro, la voluntad de Dios.

Considerando el auge que están teniendo las artes adivinatorias en el mundo nuestro de cada día, y lo mucho que nos está afectando -cada día miles de personas toman decisiones basándose en consejos de publicaciones astrológicas- en la redacción de Pegamín hemos considerado el fenómeno lo suficientemente importante para tomar cartas en el asunto dedicarle uno de nuestros afamados reportajes desconocidos. La cosa está llegando a extremos inauditos. Un ejemplo , la MT Meditación trascendental del Maharisi Mahesh Yogi es una organización valorada en tres mil millones de dólares y que previo pago promete a sus seguidores que alcanzarán la invisibilidad o la levitación. Vende medicina popular, dirige compañías comerciales, clínicas médicas o Universidades de investigación.
El canal de televisión Psychic Friends Network tiene un millón de abonados, que seguro lo utilizan como guía en su vida ordinaria. En Francia por ejemplo tienen más astrólogos que curas. ¡A dónde vamos a llegar! Hay que poner freno a esto, vamos a ello....
Vamos a hacer un rápido recorrido por la historia de las mancias y luego describiré las más importantes -deteniéndome en el Zodiaco y la Quiromancia - el Tarot lo dejo para otro día- con el objeto de que el lector pegaminófilo tenga un guía-burros con el que pueda orientarse en el inquietante mundo de las adivinanzas. A continuación el afamado especialista Dr Julitus Weirdo, reconocida autoridad en el campo de la observancia de fenómenos culturales bizarros, les ha preparado una guía del Who is Who de la chorizomancia patria, recogiendo lo más granado de toda la fauna de adivinadores, tarotistas, pitonisas, futurólogos y demás ralea que puebla nuestra hispana tierra.

Desde la gañana más sandia -¡toma igualdad de género!- al hombre más poderoso del mundo -Julio César o Ronald Reagan en su momento- todas las personas humanas hemos sucumbido alguna vez a la tentación de recurrir a una predicción astrológica o al puro azar, para solucionar algún problema que se nos presenta, sin tener en cuenta lo que la lógica pueda dictarnos. Y eso con todos los adelantos que hay hoy en día... imaginense lo que podía ser este tema hace 20 siglos. No había fenómeno, natural o no, que no fuera susceptible de ser interpretado de una manera determinada para mostrarnos el futuro, los designos de los Hados. Desde relámpagos a eclipses de luna o sol, estrellas fugaces, las figuras de las nubes, la observación de los excrementos, los borborigmos, el nacimiento de criaturas deformes, comportamiento extraño en animales etc. Conociendo el futuro se podrían tomar las riendas del propio destino a costa de contradecir a los Dioses-"Si Dios existe, el hombre no es libre, porque como sabe todo lo que va a pasar y nunca se equivoca...-. Se puede decir que se paso de un determinismo divino a un determinismo astrológico.
En aquellas épocas pretéritas, los grandes conceptos de la vida -y la muerte- no se explicaban como ahora, con youtubes -tranquilos que al final pondré alguno-. Más bien se hacía utilizando un lenguaje hipersimbólico y rico, plagado de metáforas y giros poéticos. Ahora no atendemos a ninguna señal que no sea la del router. Bueno sí, todavía nos queda el bueno de Earl y su hermano simplón, intentando agradar a la justiciera Karma. Tenemos que reconciliar al ser humano con la naturaleza, como al principio del mundo, cuando el hombre era tan cortito que no tenía conciencia del paso del tiempo. Para él, despertarse todos los días era una especie de milagro. Inesperadamente alguna mañana dejaría de hacerlo pero seguramente sin pasar por el degradante y terrible estado de la vejez. Se dejaba querer por la Madre Naturaleza y se entregaba a ella y a sus caprichosos designios alegremente. Ahora estamos muy lejos de ese momento y lo más normal es que si haces alguna mención en público al Horóscopo seguramente alguien de tu entorno te espatará a la cara:
!¡Pero bueno tú también crees en esas gilipolleces!"
Y con razón. Porque sí, a mí me hubiera gustado creer que habría una remota posibilidad de que por el hecho de compartir signo zodiacal - y por ello haber nacido en la parte más o menos fría del año- e indirectamente y por una razón que se nos escapa se pueda obrar el milagro de dotarles a todos ellos de unos rasgos comunes. Alguno de mis ídolos también son Sagitario y eso haría que tuviéramos algo en común: Ramoncín, Hendrix, Bruce Lee, Ben Stiller o el Zurdo mismamente. Tristemente Franco y Stalin también eran Sagitario por lo que todo se vuelve a ir al garete. Me gustaría creer que un poco de escepticismo te acerca a la ciencia pero un exceso de ella te impede llegar a conocerla por completo. Incluso aquello del influjo que iba a ejercer la edad de Acuario en los 60 parece que funcionó y que follaban como animales. Pero no, no puede ser, debieron ser los tripis que estaban muy buenos; no me queda otra que asegurar y confirmar que todo esto del Zodiaco es un engañabobos y un cuento, como los Testigos de Jehova, vamos, que predijeron que el mundo terminaría en 1917 y como no fue así han cambiado de fecha ya unas cuantas veces. A veces dudo, porque si los estudios de Frank O Brown han demostrado la influencia de la luna en ciertos moluscos -éstos se abrían o cerraban coincidiendo con los periodos de pleamar o bajamar-. Si la luna ha hecho eso ¿por qué no va a poder hacer lo mismo con la chirla de mi novia? Precisamente ahora que estamos pasando por esta especie de matriarcado en el que las mujeres crían a los hijos sin la anuencia de los padres -todos ellos separados y muchos arruinados- y los están educando para que valoren todo lo que no se puede ver o medir: la ternura, la confianza, el amor, la amistad; y por lo tanto son los valores imperantes. Ahora no podemos dar la espalda a todos esos fenómenos naturales. si no queremos quedarnos en orsay.
Quizás el presente tramo de la historia post 11-S ha hecho que aumente el afán por conocer niuestro futuro inmediato -del otro ya ni hablamos-. No me extraña sobre todo por la Incertidumbre así a secas. Incertidumbre es el concepto que mejor define los tiempos que corren: constantemente se nos avisa de que los trabajos ya no son lo que eran, que ahora debemos prepararnos para quedar en la calle el día menos pensado, y tampoco jubilarse es garantía de nada porque puede ser demasiado tarde y no haber ya pasta en las arcas de la SS ¡Claro joder! si ya nadie tiene hijos todo estará llenos de ancianos improductivos. Hombre a lo mejor tampoco llegas porque las estadísticas de muertes en carretera -de camino al curro- son desoladoras e ir en Metro tampoco es tan seguro ya que puedes topar con la bomba equivocada. Hasta en la propia oficina pudes encontrar a la parca en forma de avión de pasajeros. Por otro lado no pienses que por tener dinero ahorrado te vas a salvar, mira lo que ha pasado con Fórum, Banesto- el fondo de garantía cubre 15.000 € como mucho-, o desplomes de bolsa inesperados, de un día para otro acabas arruinado. Los pisos se devalúan en burbujas periódicas. Guardar el dinero debajo del colchón tampoco vale porque los rateros acabarán entrando y encima fostiándote o a lo mejor se hunde el piso como en el Carmel o sale ardiendo y lo pierdes todo. Al final los más espabilados van a ser los gitanos que lo invierten todo en oro, ese valor seguro, y que para evitar malos rollos se lo cuelgan todo del pecho y se van con ello hasta a cagar al arroyo, Con la comida también hay que estar alerta hace unos años alguien la palmó por comprar unos pollos para asar ¡en el Hipercor! pero bueno que digo si podríamos estar infestados del mal de la vacas locas y no saberlo ¡con lo que hemos trabajado el chuletón! Hace poco me llegó un mail avisando de que había productos cancerígenos en tampones y compresas, hasta en los papelillos de fumar -serán cabrones-. Y lo último es quedarte sin hijos y sin domicilio -aunque sigas pagando su manutención- porque tu mujer un día decide denunciarte por malos tratos psíquicos o en el caso contrario que des con un maltratador y el día menos pensado te prende fuego. Secuestros de niños, abusos de sus canguros, guarderías que dan palizas, asilos que parecen el gulag, AIDS, las negligencias médicas, pisar una mierda y romperse una cadera, ¿y si un virus informático me impide acabar este post? A lo mejor el pegamin entero desaparece un día en un cortocircuito de blogger...y lo más fuerte de todo, el P$O€ puede volver a ganar las elecciones generales. ¿Comprenden ahora? La Ciencia no da respuestas satisfactorias, y el personal las busca en otras artes. ¡Me voy a ver que dice mi horóscopo! ahora vuelvo.

La astrología

La astrología proviene de las antiguas astromancias que predecían el futuro mediante la observación de los astros, los planetas o las constelaciones.
La cosa viene de antañazo, las primeras señales astrológicas proceden de unas tablillas de barro que aparecieron en Caldea y que datan del 2400 ad. C. Con el paso del tiempo la astrologia se fue expandiendo por la India, Egipto y Grecia. Conocido por los historiadores es el Ziggurat en Babilonia -la biblioteca de la Torre de Babel-. En el nivel superior del gigantesco edificio había una plataforma desde la que los astrólogos observaban la bóveda celeste y que contaba con los medios más modernos de la época. En una sala contigua una sacerdotisa virgen tope dilatada aguaredaba todas las noches a ser poseída por el Dios estrella Marduk. En la América precolombina también perfeccionaron notablemente esta disciplina. Sirva para ello de ejemplo el pueblo azteca -los antiguos pobladores del Méjico actual- con ese calendario que era gloria bendita y que según dicen en los canales temáticos de Imagenio, son más fidedignos a la hora de medir el tiempo que los que hemos adoptado en la actualidad. Tenían controlado al centímetro el recorrido de los astros y la duración de las estaciones del año con lo que habían desarrollado extraordinariamente su agricultura, de la que dependían por completo.

Lástima que toda ese progreso se viniera al traste cuando para contentar a sus dioses, Tezcatilipoca del sol o Quelzalcoalt de la luna, les ofrecían sacrificios humanos y riadas de sangre -símbolo de vida- Tenían miedo de que las estrellas dejaran de girar y con ello perderían sus cosechas y su principal fuente de recursos... y morirían irremediablemente. Avanzando en la Historia llegamos a la Roma Imperial. En aquellos tiempos era costumbre consultar las "efemérides astronómicas" -tablas que indicaban la posición de los astros-. Los romanos cultos las llevaban consigo a todas horas como si fuera una PDA o móvil politono cualquiera. Era un libro amarillento y solía ser utilizado para saber si era conveniente dar un paseo o por ejemplo, tomar determinada medicina. Años más tarde llegaría el repelente Racionalismo con su kit de montaje del mundo, marca IKEA y arrinconó bastante nuestro pasatiempo favorito. El Romanticismo y algunos intelectuales como Goethe ayudaron a remontar el vuelo a la astrología con dclaraciones como:
"No me gustaría seguir considerando la astrología como una superstición, pues pertenece a nuestra naturaleza y es más tolerante que cualquier otra ciencia".
Ahí queda eso.
Y hemos llegado a la rabiosa actualidad actual donde se ha acentuado -como decía en la introducción- el culto a esta particular creencia y donde las más caras -quitemos lo de prestigiosas por esta vez- universidades norteamericanas y europeas están admitiendo en sus programas, distintas disciplinas astrológicas, que antaño eran vetadas. O comprobamos asombrados como la gente se deja la pasta de lo lindo consultando su horóscopo -o el de la que nos queremos bufar- a través del móvil mediante SMS o lo que es más grave -más caro- llamando a los 806 en esos programas nocturnos de televisión. En el lenguaje nos quedan vestigios astrológicos. Considerar viene de "estar con las estrellas" o desastre que quiere decir "mala estrella"

Los signos del zodiaco

Vamos a ver de qué va todos eso del horóscopo, los ascendentes, las cartas astrales y toda esa monserga para que el tema no le coja o joda desprevenido.
En teoría fue Ptolomeo Claudio en el año II de C. quien dividió en doce sectores o casas la banda que forman los planetas, el Sol y la Luna con su movimiento anual propio con respecto al fondo de estrellas y constelaciones. Asignó a cada una de esas constelaciones, en función de su forma ,un signo zodiacal. Se supone que la zona a la que llega la luz del sol en el momento de tu nacimiento determina tu signo. El sector especular de esa franja del Zodiaco determina tu ascendente. El ascendente representa la evolución de tu signo verdadero, cómo eres en realidad o cómo te percibe la sociedad. Tu signo zodiacal expresa la esencia del individuo y el ascendente su personalidad. Para conocerlo es imprescindible conocer la hora exacta del nacimiento. A partir de ahora ya tienes que consultar dos signos en el periódico. Es muy util para ligar ya que si tu signo descendente -el tuyo de siempre- decepciona a tu futura fornicable pareja, siempre puedes tirar del ascendente y decir que el que de verdad importa es... ese que tanto le pone a ella o él, claro.
Importante a tener en cuenta es la asignación arbitraria -uno sí, otro no- de los distintos signos con los cuatro elementos de la Naturaleza:
TIERRA (Tauro, Capricornio y Virgo) representa la seguridad, donde pisamos, la cueva , la casa, el refugio.
AGUA (Cáncer, Escorpio, Piscis) se asocia a la femineidad, la matriz, el origen de la vida, el bautismo, el campo de las emociones, todas ellas fluidos corporales: sangre, lágrimas, sudor, sémen.
AIRE (Libra, Acuario, Géminis) El elemento de libertad: la anarquía en la tempestad o la suave brisa
FUEGO (Sagitario, Aries, Leo) Representa la transformación en el estado de los cuerpos, de sólido a líquido, de liquido a gas. Destrucción y regeneración todo en uno.
Pero eso no es todo, al mismo tiempo y aparte de la influencia del sol (ascendente, descendente) otros tres o cuatro planetas alterarían nuestro estado de ánimo siendo así que por ejemplo Saturno nos volvería melancólicos, temerosos, mientras que Júpiter nos infundiría optimismo, audacia y ganas de vivir. Recordemos también los decanatos. Resultan de dividir cronológicamente cada signo en tres partes iguales (10º del espectro zodiacal).
Otra teoría muy divertida asegura que el alma- que ya existe antes de nuestra llegada al mundo- mora en las alturas astrales y mientras desciende hacia la esfera terrestre pasa por delante de los astros, que le proveen de sus cualidades. Tras el espichamiento del individuo y a traves de la migración postmortal, volverá a ascender de nuevo.


Toda esta charanga vista con los ojos de hoy en día la verdad es que rechina bastante. Pensemos que toda la estructura básica que determina la astrología fue hecha hace miles de años y ha permanecido inmutable hasta hoy. Si te fijas bien descubres que las características principales de cada signo están hechas tomando como modelo el símbolo que lo representa, de esta forma Géminis que aparece como 2 gemelos entrelazados siempre remitirá a la doble personalidad nunca resuelta o resalatará la autoridad y la fuerza de Leo, la equidad de Libra (la balanza). . Una simpleza que tira para atrás si tenemos en cuenta que esos símbolos (el escorpión o la cabra) han sido elegidos por recordar algo parecido a su silueta en el espacio y que fueron pensados cuando la concepción del Universo era geocéntrico. De tal forma que una persona nacida bajo el signo de Aries en el siglo XX, 200 años atrás probablemente sería Piscis. Otra parida es relacionar a Marte -Ares- con el Dios de la guerra porque el color del planeta tiende al rojo que es el color de la sangre. Como eso, todo. Y por qué no se tiene en cuenta la latitud y longitud del lugar de nacimiento en vez de la hora exacta del parto y porque no atender a la fecha de la concepción que debería ser más importante que la otra. Luego para complicarlo más, últimamente no dejan de aparecer planetas nuevos que trastocan todos los signos Urano en 1781 o Neptuno en 1846. El último de todos pero no por ello el menos importante es Ofiuco que determinaría que el verdadero signo de los nacidos entre el 29 de Noviembre y el 17 de Diciembre -¡Atiza! mi caso-

Es duro pensar que 500 millones de seres humanos compartimos una misma personalidad o podemos ser afectados de alguna desgracia al mismo tiempo. Más duro es descubrir que en tiempos de Ronald Reagan su agenda se elaboraba siguiendo los dictados de una astróloga de San Francisco llamada Joan Quigly. Y es que dicen que la conjunción de planetas Jupiter-Saturno -ocurre cada 20 años aproximadamente-, afecta a los presidentes de los EE.UU provocando su muerte antes de ver finalizado su mandato como sucedió con Abraham Lincoln, Roosevelt o Kennedy. El único que se salvó fue Reagan -porque tenía astróloga de pago como hemos visto - y por la mala puntería del frustrado magnicida. Aseguran que el grado de acierto en predicciones astrológicas ronda el 10% osease que de 10 pronósticos yerran 9. Aplicando un criterio aleatorio o medio lógico seguramente triplicaríamos ese porcentaje de aciertos.