Pegamin

La quintaesencia de la persona con poderes. Imagen y talento a partes iguales. Pensamos que su insigne figura ha sido influencia decisiva en personajes del imaginario moderno como Albus Dumbledore, director de la Escuela de Magia de Hogwarts donde estudia Harry Potter, o los mismísimos Guardianes del Universo, fundadores de los Green Lantern Corps. Porque, de la misma manera que un banquero debe ir con impecable terno Hugo Boss y corbata fea de Hermès o un astronauta de la Nasa envuelto en papel albal para que no les perdamos el respeto, de la misma manera, repito, no concebimos la figura de un Señor de las Artes Místicas, la Predicción de Futuro y el Mal de Ojo sin su túnica ad hoc. Y en esto nuestro Rappel es un crack. Un coolhunter de la impedimenta mágica, un visionario de la moda paraanormal, el Roberto Cavalli de la precognición, el Doctor Extraño de la tele. Y como le sienta todo, aparte.

Porque, la clarividencia (o Videncia a secas, como les gusta decir a los sensitivos) ,la capacidad de entrever entre las nieblas del futuro, es una cosa que está muy bien pero así, en seco, sin una parafernalia, un atrezzo, una atmósfera, unas miradas cargadas de sapiencia, unos silencios bien administrados, unas gafas como del futuro, la túnica divina (ni el mismísmo Arion de la Atlántida la llevó mejor), las babuchas con pedrería, la joyería más discreta y, muy importante, lo revolucionario de sus métodos de adivinación, alejándose de los aburridos métodos clásicos (las cartas o las runas) e implementando nuevos, y vistosos, medios (como aficionados a la interpretación del futuro los más vanguardistas y arriesgados de ustedes lo habrán flipado cuando, en Tombola, tod as las emisiones nos tenía preparado una novedad: hoy con cuentas de colores, mañana con legumbres, pasado quemando fotos, al otro aromaterapia....y todo ello, para darnos un respiro, entre las cerdiaventuras de Sonia Moldes y la amistosa entrevista a toda una Alejandra Grepi, e-na-mo-ra-dí-sí-si-ma de nuevo).

El reloj...como en Watchmen



Pues eso, el adivino del Cuore, une en su figura presencia y talento, estilo y empaque, experiencia contrastada y estilazo, tejidos con caída idónea y clarividencia, imagen potente, brillos, mucho lamé y unos complementos por los que darían la vida Liberace o Ziggy Stardust y sus Arañas de Marte (tanga incluído).

Una inspiración para muchos

Podríamos hacer una hagiografía (sí, el incluírle en el Santoral es una apuesta personal) de su figura, una recopilación de sus triunfos, pequeños datos para sus fans más acérrimos (desvelar el tono exacto con que tinta su cabello), sus dramas (nos acordamos del terrible robo con intimidación que sufrió en su mansión, quedando atado a su sidekick y vestido tan solo con un minúsculo, coqueto, y muy paranormal, tanga, tambaleándose nuestra fe en él -cómo no lo vió venir-), en fin, las alegrías y tristezas de una vida repleta de éxito, fama, talentazo y glitter, óptica estética avanzada, purpurina y oro, templando y mandando...pero es que nuestro Rappel, poco amigo, por lo visto de Internet, ha borrado mágicamente su rastro y la Hemeroteca queda lejos y la orilla está muy malita.

Octavio Aceves (Pura Vida)

A pesar de su aspecto de eterno niño, muy en la línea de Michael J. Fox o un Elijah Wood, el magus que nos ocupa tiene más kilómetros encima que una furgoneta gitana y más experiencias (normales y paraídems) en su pequeña figura que el personal que sale en Callejeros. No hay más que visitar su web para quedarse uno pasmado.

El propio Octavio (o su webmaster a través de él) nos relata que nació en Rosario, provincia de Argentina, en el mágico año de 1.947. Algo que nos maravilla es que tan sonoro y patricio nombre no es un alias o un nombre artístico sino su nombre real. Aunque es una persona que sube, cuando la ocasión lo requiere, al plano superior también tiene los pies en el suelo y mete pinta de ser muy terrenal (en el mejor de los sentidos lo decimos). Sin ir más lejos, aquí acompañamos con unas simpáticas instantáneas del atractivo vidente bailando en una boîte parisina, en los locos 60, con una amiga parecidísima a la muy querida Encarna Sánchez.

"A finales de los años 60 viví en París en el Quartier Latin, en una buhardilla de la Rue Bonaparte. Compaginaba mi carrera de modelo publicitario con la de cantante de café concert y sobre todo me divertí enormemente. Mal que me pese, viví el 68 parisino sin enterarme casi de nada. El motivo: me había enamorado y para mí eso era lo más importante".

Años locos, dice el muy modesto de él. Años loquísimos, barruntamos nosotros (si se nos permite el instrusismo en lo supraterrenal). Pero loquitos, loquitos de atar. Años de chanson, psicodelia, boheme, modelaje, arte por un tubo. Y amor. A raudales. Cosa que no es de extrañar viendo el palmito que luce Octavio en su book de trabajos para la publicidad y la moda. This picture, en concreto, es de un spot para una conocida marca de calzoncillos (imaginamos que en la línea actual de Esto No).

Al cumplir como soldado...al sentirte enamorado

De pasta boniato se han quedado, no? Toma, y nosotros. Porque Octavio, contrastando con Rappel (que muy bien cada uno en lo suyo, eh?) nos abre un nuevo camino en el mundo de las Mancias, la Clarividencia y el Tercer Ojo, revelándose como un Mago moderno y pop, músico, escritor, modelo, más conservador en la indumentaria que el anterior pero, quizás por ello, más cercano a los jóvenes( no muy acostumbrados a ver según que pintas fuera del escenario del FIB o de una discoteca de Ibiza) por su rechazo al oscurantismo y hermetismo de sus iguales en las Artes Ocultas. Más discreto que el citado (aunque también con una presencia física impactante) lo suyo iría más en la línea de un John Constantine o, en lo viajero, todo un Crowley.Porque esa es otra. Viajero impertinente, digo impenitente, Aceves ha recorrido medio mundo, no sabemos si buscando Artefactos de Poder (como el Arca de la Alianza o el Santo Prepucio) que le ayuden en las Artes Místicas, o como simple turista (imaginamos que no todo va a ser un Ora et labora y nos inclinamos más por el fifty-fifty), recor riendo los lugares místicos que en el mundo han sido como la espiritual India, la secreta Venecia, la exótica Malasia o la cerdaca Marrakesh (sin el Chuli, el Cabra y el Pai, suponemos). Sus viajes comienzan teniendo que huir de la dictadura militar que asola su Argentina natal donde los milicos, pensamos, no tendrían muchos miramientos para gente con una sensibilidad como la de Octavio (hablamos siempre, no lo olviden, de sus poderes). Psicólogo, Parapsicólogo, Cantante de Café, Modelo masculino, Cantante Lírico, Escritor, Vidente reconocido, Entertainer, Ciudadano de Honor de la ciudad de Capri (?), y "...el único vidente durante el siglo XX recibido oficialmente en numerosas ocasiones por Sus Majestades los Reyes de España en el Palacio de Oriente". Y atractivamente evocador, añadimos aquí. Con un currículum que deja en culos al mismísimo William Randolph Hearts. Para terminar nada mejor que una selección de titulares en prestigiosos periódicos y revistas alabando su buen hacer y su perspicacia precognitiva. No se vayan aún hay más.

Garbo (31.3.86). Barcelona.

"Octavio Aceves o el poder de traspasar los cuerpos con la mirada".

La Vanguardia (20.4.86) Barcelona.

"... Lo suyo es como un sacerdocio capaz de sosegar las almas turbadas por la incertidumbre...".

Vanity (Mayo-Junio 86). Italia.

"... Il suo prestigio é indiscutibile...".

El Profesor Tristanbraker (El Ghostbuster Castizo)

Hasta ahora nos hemos movido, casi en exclusiva, en disciplinas domésticas; en mancias (permítannos la osadía) "de andar por casa", amables, si quieren llamarlo así. No es porque los anteriormente citados futurólogos no sean especialistas en otros subgéneros de lo Paranormal sino, más bien, porque, quizás, han preferido, con vocación de servicio público, especializarse en la Adivinación y el Vaticinio, la Futurología, las Terapias Sanadoras, el Agasajo a Marquesas Viudas y la Predicción Telemática a través del ocho-cero-seis.

Digamos que personas cultivadas, sensibles y de la inteligencia emocional como la que gozan un Octavio Aceves o un Rappel han decidido desarrollar sus dones en una rama de las Artes Ocultas más agradecida y, en definitiva, un servicio público con todas las de la ley. Pero, amigos, como bien sabía Peter Parker, un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y el ser un figura en el conocimiento de lo Paranormal es un sacerdocio no apto para pusilánimes ni poltrones. Existe un lado oscuro en el Más Allá del Más Acá, un reverso tenebroso lleno de seres terribles, de entes malignos que acechan a los vivos, pugnando por acceder a nuestra dimensión y armar la de San Quintín. La mayoría de las gentes vivimos ajenos a esta realidad más preocupados por banalidades como la hipoteca, el cambio climático u Operación Triunfo. Afortunadamente, como en las pelis bonitas de acción que vienen del yanqui, diseminadas por el mundo existen personas con conocimientos arcanos que suponen la barrera contra el mal rollo y la mala follá extrasensorial. Uno de estos personajes es el castizo y sabio Profesor Tristanbraker (pronúnciese Tristranbreiker).

El Profesor Tristanbraker, como gusta de ser nombrado, es uno de los ocultistas más versátiles del solar patrio. Igual te exorciza una vecina, que te limpia el aura, que te anula un poltergeist o (esto lo he visto yo con estos ojitos que se ha de comer Carla Bruni) te invoca una presencia a través de un duende de puesto jipi. Pero su ocupación principal es la de Cazafantasmas (y, para procurarse las lentejas, en temporada baja de entes, te echa la buenaventura en El Retiro, a la vera de su señora, Lola, sentadito en una silla de tijera y disponiendo los Arcanos, mayores y menores, en una mesita de camping).

Como un Bill Murray del Foro, y tratando de rellenar el hueco que debe haber en el mercado de gadgets para lo suyo, el Profesor se ha tenido que arremangar la túnica y meterse en el labo a idear su propio arsenal de cachivaches. A la Bruce Wayne, e inspirado en la sensacional película "Ghostbusters" ("If it's somethin' weird an it don't look good/Who ya gonna call -ghostbusters-") nuestro decano ideó el Bobby I (ó 1.0), que con el tiempo, por lo que leo por ahí, mejoró con la versión definitiva (hasta ahora): el Bobby II. Tal vez, su pasado como carpintero / electricista (Chispas, para los más castizos) le ayudó a la hora de configurar el artilugio. El Bobby (imposible clarificar en cuál de sus dos versiones) es el detector/neutralizador de ectoplasmas que porta en la instantánea tan gallardamente. Porque, pinta de ocultista de los buenos tiene. Mazo. Que solo le falta un buen acentazo centroeuropeo para que uno se crea que está en una de la Hammer y se cague vivo: perillita de chivo, gafas de pasta de sabio, terno impecable, sombrero y medallones esotéricos.

Durante un tiempo Tristanbraker entró en nuestros hogares (y en nuestros corazones) a través de la televisión de la mano de Alfonso Arús, el cuál, mucho nos tememos que en plan cuchufleta, le daba cuerda, desde una postura totalmente incrédula ante los horrores que nos relataba el Profesor. Él, muy digno, e imaginamos, y no se asombren por la comparación, como un Jesucristo de lo Paranormal, aguantando el chaparrón. A pesar de que el presentador catalufo llegó a proponerle costear el I+D del Bobby parece ser que la relación no fructificó y, tiempo después, en un último fogonazo de esplendor y gloria, nuestro Profesor, acompañado de un escuadrón de luchadores contra lo Oscuro, entró e el Palacio de Liria a desentrañar el misterio de los extraños fenómenos que allí acontecían, llegando a registrar aterradoras psicofonías que ponían los pelos de punta. Ni por esas. De nuevo su triste pago a tanto esfuerzo fue la incomprensión, el cachondeo a su costa, el descojone más burdo, la desconfianza y la sospecha, colgándole el sambenito de timador y más cosas feas. Como todos tenemos un límite, y a pesar de que él hizo siempre gala de una paciencia inagotable, imaginamos que el vapuleo inmerecido y sangrante escarnio que de su persona y modo de vida se hizo debió hacerle retirarse de lo mediático y las vanidades del colorín, volviendo a refugiarse en la intimidad y complicidad que da echar las cartas a un ciudadano por unas perrillas.

Etiquetas: I put a spell on you

# posted by Don Julito @ 10:00 a. m.