jueves, 2 de julio de 2009
Killed by Pegamin (6)
"Parece como si estuviera embarazada otra vez, es muy divertido" Jennifer Strange
La Wii de Nintendo es, a las consolas, lo que el Smart Roadster a los deportivos. Extrañamente, sin embargo, la gente los compra, los conduce e, incluso, hay foros en internet donde sus orgullosos propietarios departen amigablemente sobre lo guapo que es cruzar la ciudad encajonado en sus escasos 3 metros mientras sus increíbles 82 cv te acercan más y más a una muerte dolorosa y de gama baja para convertirte en una réplica poligonera de James Dean en tu "pequeño bastardo" con carrocería de poliespán. Con la Wii pasa lo mismo. Consola para auxiliares administrativos con sobrepeso, niños con déficit de atención y chicas sensibles y gorditas que se ponen en forma a costa de machacar el falso techo de escayola del vecino de abajo. Con todo y con eso hay fans de este purgatorio comprimido en 1.200 gramos. Incluso gente dispuesta a morir porque sus hijos hagan el tonto saltando delante de la televisión. Literalmente.
Es el caso de Jenifer Strange, de Sacramento (California), una joven madre que merecería ser la protagonista de un relato de Ballard cuando un viernes de Enero del 2007 en una de esas piruetas existenciales a las que son muy dados los americanos del norte murió por hiperhidratación (vulgo enguachinarse) al ingerir más de 7,5 litros de agua, sin ir a orinar, participando en un concurso necio de radio ("Hold your Wee for a Wii" / "Aguanta tu pipí por una Wii" ) para ganarse la aciaga consola para sus mocosos, mientras el gilipollas del locutor la animaría con sus "oh yeah", sus "go, jenni, go" o sus "drink, you dirty bitch!". Mientras ponía cara de circunstancias y, digo yo, repetía las frase de rigor (encima no ganó el concurso) como "me lo he pasado muy bien" o "lo importante es participar" Jenni empezó a experimentar un dolor de cabeza planetario por lo que decidió irse a su keli donde podría tumbarse en el sofá y pensar en lo gilipollas que puede llegar a ser una persona de 28 años y de raza caucásica del Hemisferio Norte. Eso sí, como premio de consolación, los simpáticos locutores, tras reírse un ratito de ella, le regalaron dos flamantes invitaciones para un concierto de Justin Timberlake (lo que hace su muerte un poquito más ridícula, si esto es posible).
Cinco horas más tarde Jenni, con el buche lleno de agua de agua de mineralización débil palmaba con su cerebro sufriendo una réplica del Katrina a su paso por Nueva Orleans. Resultado: 3 niños sin Wii, un viudo desconsolado, 10 personas despedidas, una posible causa criminal contra la emisora y un nuevo peligro mortal para aprensivos en esta era falta de verdaderos riesgos vitales. De aquí a los noticiarios de Antena 3 solo había un paso.
La Wii de Nintendo es, a las consolas, lo que el Smart Roadster a los deportivos. Extrañamente, sin embargo, la gente los compra, los conduce e, incluso, hay foros en internet donde sus orgullosos propietarios departen amigablemente sobre lo guapo que es cruzar la ciudad encajonado en sus escasos 3 metros mientras sus increíbles 82 cv te acercan más y más a una muerte dolorosa y de gama baja para convertirte en una réplica poligonera de James Dean en tu "pequeño bastardo" con carrocería de poliespán. Con la Wii pasa lo mismo. Consola para auxiliares administrativos con sobrepeso, niños con déficit de atención y chicas sensibles y gorditas que se ponen en forma a costa de machacar el falso techo de escayola del vecino de abajo. Con todo y con eso hay fans de este purgatorio comprimido en 1.200 gramos. Incluso gente dispuesta a morir porque sus hijos hagan el tonto saltando delante de la televisión. Literalmente.
Es el caso de Jenifer Strange, de Sacramento (California), una joven madre que merecería ser la protagonista de un relato de Ballard cuando un viernes de Enero del 2007 en una de esas piruetas existenciales a las que son muy dados los americanos del norte murió por hiperhidratación (vulgo enguachinarse) al ingerir más de 7,5 litros de agua, sin ir a orinar, participando en un concurso necio de radio ("Hold your Wee for a Wii" / "Aguanta tu pipí por una Wii" ) para ganarse la aciaga consola para sus mocosos, mientras el gilipollas del locutor la animaría con sus "oh yeah", sus "go, jenni, go" o sus "drink, you dirty bitch!". Mientras ponía cara de circunstancias y, digo yo, repetía las frase de rigor (encima no ganó el concurso) como "me lo he pasado muy bien" o "lo importante es participar" Jenni empezó a experimentar un dolor de cabeza planetario por lo que decidió irse a su keli donde podría tumbarse en el sofá y pensar en lo gilipollas que puede llegar a ser una persona de 28 años y de raza caucásica del Hemisferio Norte. Eso sí, como premio de consolación, los simpáticos locutores, tras reírse un ratito de ella, le regalaron dos flamantes invitaciones para un concierto de Justin Timberlake (lo que hace su muerte un poquito más ridícula, si esto es posible).
Cinco horas más tarde Jenni, con el buche lleno de agua de agua de mineralización débil palmaba con su cerebro sufriendo una réplica del Katrina a su paso por Nueva Orleans. Resultado: 3 niños sin Wii, un viudo desconsolado, 10 personas despedidas, una posible causa criminal contra la emisora y un nuevo peligro mortal para aprensivos en esta era falta de verdaderos riesgos vitales. De aquí a los noticiarios de Antena 3 solo había un paso.
Etiquetas: Agua va, Strangers in the night, yo quiero hacer pipí yo quiero hacer pipí yo quiero hacer pipí papá
Comments:
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Esta mujer es una mártir de nuestro tiempo. Existe una tortura que consiste en eso, en obligar al torturado a ingerir agua con un embudo. Ahora estará en el cielo, jugando a la Wii con Jesús mientras los ángeles bailan al ritmno del último exitazo de Justin.
Y no quiero ni pensar lo que hubiera estado dispuesta a hacer por una Play 3.
Y no quiero ni pensar lo que hubiera estado dispuesta a hacer por una Play 3.
Bendita sea porque su sacrificio no ha sido en vano: 4 ó 5 gilipollas, entre los que me cuento, se han entretenido hoy, 10 minutitos pensando en su tonta muerte
Si buceamos en la hemeroteca pegamin encontraremos los comentarios del personal acerca del luctuoso acontecimiento. Yo estaba alucinao porque pensaba que el agua era de puta madre para todo y cuanta más, mejor y fijate lo que son las cosas: No engorda pero mata. A ver cuando lo sacan en House
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