viernes, 25 de noviembre de 2005

 

Ingeniería Bilbaina

"Es el bilbaino hombre de bien, hombre de empresa"




Seguramente podreis reconocer fácilmente las obras de la ingeniería decimonónica. Se suelen ubicar en contextos victorianos, por una de esos malabares de la iconografía y también por motivos poéticos. Ahora se ha utilizado como un gimmick más, o como un estilo de diseño, en varias películas como "La liga de los hombres extraordinarios" o "Sky captain y el mundo del mañana".

Artilugios barrocos, puentes sólidos plagados de remaches, humo por todos lados y estructuras rematadas con miles de nervaduras y embellecimientos. Todo aquello que surgió en la ingeniería debido al nuevo acero, surgido del horno Bessemer, que por fin permitía realizar los sueños húmedos de miles de ingenieros, que vieron por fin, materializado el potencial de las ecuaciones de Newton y su cálculo integral, las leyes de Faraday y toda la pesca.

Es bastante desconocido por el público en general como esa ingeniería, ese diseño y esa iconografía que ha servido de escenario para tantas películas y que ha adorna las partes bonitas de, por ejemplo, Boston era, en gran parte, bilbaina. Y parte de la que no lo era, era una mimetización de esta llevada a cabo por los ingenieros ingleses que frecuentaban o residían en Bilbao.

Los grandes teleféricos, los transportes aereos, los puentes de grandes luces de aquellas épocas, muchos nacieron en Bilbao. El control remoto, por mucho que sorprenda, es de Bilbao. Un ingeniero bilbaino se lo enseñó a Alfonso XIII en plena ría.

El Telekino era un barco, más bien una barquichuela, que flotaba a merced de ese pequeño oleaje grumoso que sacude las negras aguas sépticas de la ría de Bilbao. El ingeniero bilbaino le preguntó al monarca que dijera hacia donde quería que aquella barca se moviera. Accionó unos controles en un panel y la barca se movió hacia allí. El rey quedó estupefacto, y si hubiera tenido más sangre de Isabel la Católica, quizas aquellos hombres hubieran visto sus bigotes arder en el cadalso.

Era la primera demostración de un control remoto sobre la faz de la tierra. Y fué en Zorrozaure. La pena es que los chiquiteros no se enteraron, de haber sido así, con eso y el funicular habrían sacudido la escena musical del momento, aumentando nuestra ya, de por sí, inevitable fama de exagerados.

Aquellos tipos estudiaron el asunto para hacer más humano su simpático Telekino. Querían hacerlo más grande, más rápido y capaz de lanzar torpedos y proyectiles balísticos. Afortunadamente, no se sabe bien por qué, abandonaron la idea.

Otro ejemplo, bastante curioso también, fué el "Spanish Aero Car". Un nombre que podría incitar al miedo y al pavor, algo en lo que yo, por ejemplo, no me montaría. Aún así, este si que funcionaría, y sin bajas. Hasta hoy en día.

Las cataratas de Niagara ya eran un lugar de visita turística a principios del siglo pasado. Curiosamente por parejas de recién casados. Entrando en otros terrenos, yo diría que el estruendo de las cataratas simbolizaría perfectamente las emociones y la ilusión que llevan a una pareja a dejar de escucharse a si mismos, hasta llegar a la decisión de tomar un compromiso siempre tan poco meditado como puede ser el matrimonio.

Lo que pasa es que había que verlas desde la barrera. Los locales se hacían cábalas sobre como acercar aún más los espectaculares accidentes naturales, como el "horseshoe" y el "whirpool" a los visitantes, y promocionar aún más sus restaurantes y hoteles. Era imposible construir un puente.

Hasta que llegó uno de Bilbao y dijo: "eso no es problema". Y se diseñó el invento, en un ti-tá. El Spanish Aero Car, se llamó, tan al gusto americano, y lo explotó hasta 1961.




Comments:
Xabi, este lo tienes que alargar, macho, que me he quedado con ganas de más.
 
Uff, Vico, yo soy muy malo alargando... ¡siempre se me vá la mano! jaajjajaj
 
Esto de lo que hablas al principio, lo de la ingeniería y la imaginería victoriana llevadas a la ficción y adaptadas a un futuro alternativo, es todo un subgénero de la ciencia ficción que se llama steampunk. Las naves vuelan, algunos humanos tienen implantes robóticos, y los edificios plagados de gárgolas y critaleras de colores cuentan con tecnología punta, pero todo ello funciona con carbón. No estoy muy puesto, y aparte de las dos pelis que mencionas sólo conozco el desaparecido cómic Steampunk, que era una virguería muy bien dibujada, y a lo mejor te gustaría. Allí abundaban los personajes feístas, la absenta, los poetas malditos, los híbridos hombre-máquina-de-vapor y un montón de referencias habituales del género.

Busca Steampunk en Google. Supongo que el Nautilus del Capitán Nemo es el máximo exponente del steampunk. El cómic de "La liga de los caballeros extraordinarios" es una maravilla también. La película es una porquería.

Muy bonito lo del aero-car.
 
Hombre, es que eso del ateampunk no solo se llevó al futuro, también se insertó en el pasado. Esa estética es posterior a la época victoriana, por eso lo digo.
Suponía que debía de tener un nombre, gracias por la info Fruno. También sale mucho en el diseño gráfico de los videojuegos Syberia, en el 1 y en el 2, con un resultado bastante bonito.
Es un diseño como nostálgico y poético, aunque yo no le veo la cosa punk, yo diría que es más bien romántica y barroca.
 
No, si de punk como actitud no tiene nada, pero el nombre es ése, "steampunk", con todos los elementos barrocos y románticos presentes. Supongo que deriva de "cyberpunk", ese otro subgénero que sí rayaba más con la estética "No future", aunque en este caso todo gira alrededor de la arquitectura y tecnología decimonónicas aplicadas a futuros inciertos.

También es steampunk aquel truño de "Wild wild west" (la peli; la serie, ni idea); y varias escenas de "Regreso al futuro III"; y todo H.G. Wells... Incluso parece que Disney facturó mucho steampunk. Y mira qué bonito es esto de los robots victorianos.

Aquí hay mucha info.
 
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