Pegamin

women have a submissive streak in them-Lee Thompson, líder de los kaotianos

No me pregunteis cómo lo sé, pero una de las fantasias sexuales a la que todo hombre ha recurrido al menos una vez en su vida es la de la posesión de esclavas. Mujeres atractivas y sumisas que a parte de contar con un saludable apetito sexual, desean ser dominadas. Si vuestros deseos son incontrolables, siempre podeis haceros goreanos.
Los goreanos basan su filosofia en una saga de libros de ciencia ficción épica de los años 60, Las crónicas de Gor, del americano John Norman. Qué es lo que tienen de especial estas series? Pues poco literariamente, pero mucho a lo que aferrarse si te falta alguna primavera. Empecemos por el principio: Gor es un planeta desconocido por la Tierra debido a su situación en órbita con el sol. Está regido por unas hormigas gigantes que se han dedicado a raptar humanos y asentarlos en su ingrávido planeta organizados en castas. La más baja es la de las mujeres, que son utilizadas como esclavos. Este sistema de castas ha sido utilizado por creadores de juegos de rol para entretener a fanáticos de la estrategia, pero no es el sistema jerárquico lo nos interesa hoy. Son los llamados Lifestylers los verdaderos héroes.
Los Lifestylers se organizan en chats de la web (que ellos llaman Tavernas) y realmente se creen originarios del planeta para lo que han de mantener un rígido estilo de vida. Ser un goreano no es fácil y sólo el camino del sufrimiento conduce al Olimpo Gor de los Masters. Todo esto, repito, es una realidad virtual.
Las autoridades son los miembros más antiguos y son respetados como tal. Hablan en sentencias: “Gor is not just.” “Gor is not fair.” “Gor is a harsh place.” “The word for stranger and enemy is the same on Gor.” Está claro que tanto dogmatismo lleva a escisiones, y he encontrado miles en la web.
Hasta ahora solo la introducción, a mi lo que de verdad me interesa, como a todos los que estais leyendo esto, es el tema de la esclavitud y de cómo, por todos los diablos, se puede llegar a a ser una de ellas. Según los libros, las esclavas de Gor son como animales y no está considerado un crimen el asesinato de una de ellas, porque son propiedad del amo y éste puede venderlas, mantenerlas sin comida y otras disparatadas.
Al contrario de lo que pensé al principio, no es suficiente solo con querer serlo. Si desde aquí donde estoy ahora mismo, sentada en el mostrador de la sala de ordenadores de una biblioteca repleta de estudiantes me levantara y dijera en voz de grito: “Quiero ser humillada sexualmente, alguien se ofrece?” Claro está que lo primero que todos pensarian es “Joder, a estas españolas cómo les sienta la primavera” Pero si eliminamos todo prejuicio, yo creo que estudiantes como son, como mínimo un candidato me saldria. Digo yo.
Pero yo me he propuesto ser una esclava goreana y al parecer tengo que rogar un collar a un amo. Encontré el forum más importante de la “secta” y para pegarme unas risas colgué esta petición:
“Solicito amo. Ardo en deseos de disfrutar los placeres escondidos en tus órdenes, maestro. A cambio de este placer me comprometo a sacrificar toda mi voluntad en honor a tus deseos. Nací para servirte y obedecerte, úsame, abúsame, hazme tuya.”
Eso fue hace dos semanas y no recibí ni una contestación, ni un mísero mail guarrete. La semana pasada, ya un poco más desesperada colgué:
“Por favor, sé mi amo. Haré todo lo que me pidas, solo quiero que me humilles, que me condenes y me tortures, que me desprecies, que me burles, que me degrades”
Silencio absoluto. No puede ser tan difícil ser una esclava… Ayer colgué:
“Sufro cada minuto por no poder ser tuya. No tengo nombre, soy solo un objeto. No soy digna de mirarte a los ojos ni de cruzar una palabra contigo. Mi dolor es tu placer, seré tu instrumento.”
Y ni por esas.
Pero qué más hay que hacer? Teclear el mensaje de respuesta por ellos, como buena esclava?
Y mientras mi delirio esclavil continúa leo que una de escisión goreana está llevando a la práctica todo este jueguecito cibernauta, y por supuesto tienen su base en el Reino Unido. Los Kaotianos son una comunidad de 350 miembros que viven en Darlington y poseen esclavas que pasean en collar de perro por las calles y supermercados de la ciudad. Algunos negocios han rechazado su admisión y la policia ve incapacitado su poder de actuación debido a que sufren tales humillaciones bajo consentimiento propio. Se separaron de los goreanos por considerarlos demasiado “duros” con las mujeres. Según el líder Lee Thompson “una esclava triste no es una buena esclava.Yo las trato como diamante en bruto”
Yo sólo me pregunto qué habrán hecho éstas para ser aceptadas como tal.