Pegamin

Mira que yo no veo mucho la tele, y menos la autonómica, pero justo he tenido que poner la puta ETB2 en el momento en el que daban una campaña institucional, de esas que hacen con el dinero de todos para intentar seducir de nuevo el dinero de todos.

Era más o menos así: "Un lugar donde no importa el sexo (aparecen chicos haciendo cosas de chicas y chicas jugando a pelotamano)...ni la edad (sale una vieja esprintando en ropas de corredor de cross, curiosamente al borde de un ataque apopléjico(?)). Donde cabemos todos (aparece un negro en San Mames con una camiseta del Athletic donde pone N´Dongo o algo así)... y donde el pasado se funde con el presente (aparece una amama con el traje regional jugando a la play en una cuadra llena de vacas)...donde todo huele bien bla bla bla etc etc...". Yo me he dicho, ya sé, lo tengo, este lugar es el centro hecho de chicle de un chupa chups Kojak, o el cerebro de un antiglobalización de diecisiete años, o el de una ministra de cultura.

"Este lugar es Bizkaia". Apuñala la voz de mujer.


Bikaia. No jodas. He mirado por el balcón. Por si le habían puesto ruedas y la habían movido a otro sitio diferente, donde la gravedad no es Ley, y las heridas se curan más rápido. Pero misteriosamente seguía ahí. Bizkaia. La puta Vizcaya de siempre.

Apenas están borrados los surcos que hacía mi difunta abuela con su azuela, sobre la tierra que mi abuelo había roturado previamente con sus laias. Están todavía los kiwis que mi tía introdujo experimentalmente, pudriéndose desde hace años, como alambres retorcidos en una maraña. Ni mi amama ni mi aitite están ya. Mi tía si sigue viva la muy hija puta, por desgracia.

Yo no me imagino a mi atite siendo mi amama, ni a mi abuela esprintando por las campas, vestida como Abebe Bikila. De hecho, si mi amama hubiera visto a una vieja corriendo con un maillot por el camino del caserío, le hubiera tirado una pedrada que la hubiera matado. Mi aitite igual habría hecho un cuadro sobre el evento, o habría fabricado una historia de las suyas. Igual que la que hubiera hecho después de que, junto con su batallón de gudaris, hubieran ido a Lezama a cortarle la cabeza al hipotético negro que se hubiera enfundado una elástica del Athletic.

La contaría a la luz de las velas, puestas sobre una Play Station destripada, felicitándose secretamente de los dos céntimos que se iba a ahorrar de la factura de la luz.


Porque, vamos a ver, ahora son tiempos de conciliación, de Tregua y de toda esa mierda. Que mejor que aprovechar para jodernos a esa cosa que era Euskadi, ahora que ya babean o están medio fuera de juego los que vivieron en ella, los que la entendieron de alguna manera porque la sufrieron , porque la disfrutaron, y porque la explotaron y se aprovecharon de ella y de su nombre (los más). Vamos a vender esta vaina que no la explica ni su puta madre, que también casa bien con los anormales de la izquierda abertzale y que quizas cuele en las casas de los atemorizados, y no menos anormales, maquetos. Que se dirán en el Buru Batzar, frotándose las manos.


Vamos a dar por culo a todo esto, porque ya tenemos el oso cuasi muerto. Tenemos nuestras empresas, nuestro entramado social, vivimos como marajas y obramos como reyes sauditas. Y al barbas ese de los retratos de los batzokis que le den por el culo, total ya nos llevan años diciendo desde España sus más agudos intelecto-sicarios que el hombre estaba terriblemente equivocado. Quizás incluso un poco loco. Raro si era, ¿no, Koldobika?. ja ja ja.

Nosotros, el PNV, a lo nuestro, la pitanza. Las consejerías de parida social a los Herritarrok que se las vamos a dar, los de IU a tomar por culo que ya nos hemos valido de ellos para experimentar las correas. ¡Y a vivir!. Eso sí, cuidaremos el Euskera. Hecho diferencial, pertrecho de vizcainos.

Yo, de joven era de izquierdas y, quizas, abertzale. En mi ambiente muchos lo eran, de izquierdas digo, porque abertzales eran y lo siguen siendo todos. De izquierdas dejé de serlo cuando me dí cuenta de que los únicos que abriamos el paquete de patatas de abajo arriba para compartirlo eramos yo y un anarquista de Sestao, que estaba muy gordo y que tuvo un infarto a los 22 años.

Luego derivé un poco, pero siempre me acuerdo de mi amigo el anarquista, con sus kilométricas camisetas con el rojo y el negro. Le gustaban mucho las patatas fritas, así estaba el cabrón, pero a la hora de la verdad abría su paquete y lo ponía encima de la mesa. La última vez que me lo encontré decía que estaba depre porque no pillaba curro y que no hacía más que darle a los petas. Decía que no le cogían seguro por lo gordo que estaba, y que se iba a poner a adelgazar. A mí me dió mucha pena porque me lo imaginé en una esquina de una oficina, con el pelo corto y muy chupado, comiéndose un paquete de patatas abierto solo por arriba, mirándo receloso a izquierda y derecha.


Vizcaya no es ese sitio. Nunca lo ha sido. El nacionalismo es Sabino Arana. Lo digo para el que le corresponda. Guste o no guste, pero si no es Sabino Arana no tiene sentido. Es un alma nostálgica que pide que un pueblo y sus cosas no se pierdan en el marasmo de lo que está por venir. Como un lloro de rabia. Por supuesto, odia todo aquello que lo mancha, sean esto maketos, o sea la Guardia Civil. Dicen que la ikurriña la inventaron Luis y Sabino Arana, como para restarle valor. A mí no me parece que nadie reste valor a las murallas de Ávila por ser inventadas y construidas. Como estas, los hermanos inventaron un símbolo para proteger lo que ellos querían. Euskadi. Basada en lo que vieron y en lo que la gente sentía. Si no, si se hubieran inventado todo el rollo de la patria, nadie se hubiera refugiado detrás de ese trapo con rayas.

Lo que defendían, Euskadi, desde luego que no tiene nada que ver con hombre haciendo de mujer, ni con N´dongo Metumba, ni con la hechicera Watussi que le amamantó. Y esto también tendrían que saberlo los HBitas, porque también es lo suyo, y es en lo que han creido siempre, solo que se tiraron el moco trotskista-leninista para sacudirse de la solapa a todos los caciques del PNV que vivían de puta madre con Franco cuando quisieron entrar en acción. Es lo nuestro. Euskadi. Y te puede gustar o no, repito.

Y como esta Euskadi no es politicamente correcta, y entiendo bastante bien el por qué, se pasa al preciso y metódico exterminio de su idiosincrasia y de su cosmovisión modestamente única. Atención, no nos sintamos privilegiados por ello. Es más o menos común a todo hoy día, supongo que porque es malo de cara al marketing o algo así. Todo para crear uno de esos monstruos del nonsense multicultural, hechos con piezas de cadáveres, a los que tan bien replica Joaquín Albaicín desde la perspectiva del pueblo gitano. Porque ser esa puta mierda que he visto en el anuncio es cerrar el chiringuito y a tomar por culo. Eso sí, la caja registradora se la lleva el que la ha atendido de siempre.


Personalmente mi opción, como no me gusta omitir las soluciones cuando hablo de un problema, es la de deshacer una metáfora. "Defenderás la casa de tu padre". Pues eso. Pero ahora la casa de mi padre es de piedra y mortero, y está en una ladera de un valle que siempre está verde.