Pegamin

Son, además de los payasos, los muñecos de los ventrílocuos los causantes de una de las recurrentes pesadillas de la Infancia. En mi caso, el origen de toda esta aprensión habría que situarlo aquel día (noche para ser más exactos) en que en la tele ví Devil Doll, película con uno de esos muñecos de mirada fija y mandíbula unidireccional que por encima, se dedicaba a hacer maldades. He de decir que lo mismo podría haberme ocurrido con cualquier otro de los filmes con muñeco asesino. Esos o alguno de los muñecos de la pequeña pantalla en los que estarán pensando.
Cada vez que Jose Luis Moreno salía en su Show Nocturno a uno se le ponía mal el cuerpo. No debido al pajarraco o el gañán con "bigote de lider del PP", sino, más bien, a causa del otro: el chaval de voz aflautada que acaparaba la casi totalidad del "mal rollo"... Pero ¿qué se suponía que representaba aquel muñeco?¿un amanerado rockero de corta edad? ¿un niño golfo con alopecia? ¿el joven Galindo de Crónicas Marcianas haciendo de chapero?. Jo, y aquella chupa roja con hombreras de "Jacko en su Thriller", la gorra de proxeneta del Harlem, y el pantaloncito de Angus Young. Juraría que nunca llegué siquiera a sonreir viendo las actuaciones del tal Monchito, estupefacto casi siempre por aquel rostro sonrosado y, sobre todo, ante aquellos ojos estáticos y saltones tras lo cuales solo Dios sabe qué inexorable perversión se ocultaba...El "fist-fucking" con Jose Luis, que dirán ustedes.
Tampoco se salvaba la Maricarmen, con un cuarteto muñequil del que sobresalía en chungo la niña rubia con trenzas (versión femenina del anterior?), también con dañino semblante de "dummie plastificado". Pues bien, resulta que hoy, después de tantos años, uno hace acopio de aventuresca osadía y, en un acto claramente masoquista, se pone a indagar sin paracaidas en tan terrorífico ámbito, descubriendo que por el Mundo adelante -América sobre todo- se encuentra todo un conglomerado de ventrilocuos que se anuncian en la red dispuestos a atemorizar (con la presencia de su doll y la suya propia) al más pintado. Ante tan desasosegante panorama a uno se le da por pensar si tras todo esto se esconde una red conspirativa para inducir traumas "de por vida"...quizás una red farmacrática de neurolépticos y/o antidepresivos, o qué se yo. Les dejo pues una muestra de lo más granado de esta modalidad de "hacer de vientre", con la que pueden -previa contratación- ame(rica)nizar sus aburridas tardes.