domingo, 18 de noviembre de 2007
Guía de lugares que nunca existieron. 14) Barsoom
Hay un lugar donde todos los hombres son como una mezcla de Charles Bronson muy cabreado y Arnold Schwarzenegger con sobredosis de esteroides. Un lugar donde todas las mujeres son un peligroso híbrido de una Barbarrella psicópata y una Brigitte Nielsen hipersiliconada. No, no es la discoteca de moda de su pueblo. No es un lugar del planeta Tierra, por supuesto. Es Marte, pero no el aburrido Marte de los documentales de astronomía, ese que están dejando perdido los americanos a base de mandar robotitos y basura supertecnológica, no se sabe para qué. Tampoco es el Marte triste y depresivo de Ray Bradbury. Ni es el de Sardá, porque aquí mariconadas las justas.
Estoy hablando de Barsoom, el Marte psicodélico creado por Edgar Rice Burroughs en su novela pulp “Una princesa de Marte”, allá por
A principios del siglo XX sabían muy bien lo que era una aventura. No estaban contaminados por preocupaciones sociales ni por deseos de transcendencia. Sabían que la psicología de los personajes y sus motivaciones no eran importantes; lo importante era que pasaran cosas, y cuanto más tremendas mejor. Y en Barsoom pasa de todo.
Burroughs no se la cogía con papel de fumar. John Carter, el protagonista, es un militar de Virginia que luchó como capitán sudista en
Y es que Barsoom, que así llaman a Marte sus habitantes en estas novelas, es terreno abonado para que cualquier macho alfa se lo pase de miedo. Esta poblado por razas humanoides que van de lo grotesco a la versión reduccionista de las razas terrestres. Bichos verdes gigantes de cuatro brazos, monos albinos enormes de múltiples extremidades, hombres rojos, amarillos, negros y blancos (perfectamente diferenciados, nunca mezclados y en gresca perpetua, como debe ser) y monstruos de todo tipo a cada cual más rarito. Lo único que tienen todos en común es ser hiperviolentos y estar obsesionados con raptar y violar a la novia del protagonista.
Pronto John Carter deja clara su superioridad física, a base de liquidar sin contemplaciones a un número impresionante de aborígenes letales. Pero también deja clara en todo momento su superioridad intelectual y moral. Es un caballero del sur, un tío con fundamentos y jamás permitiría que un grupo de alienígenas de colorines, decadentes y de pocas luces, le dijeran lo que hay que hacer. Una vez derrota a sus enemigos, Carter los hace vasallos suyos con una magnanimidad principesca. Pronto se convertirá en Emperador del planeta entero, cómo no. Con dos cojones.
Porque John Carter, no lo duden, adora Barsoom desde el primer momento. No importa que sea un mundo decadente y agonizante, que incluso necesita de unas máquinas creadoras de oxígeno para subsistir. No importa que sea un mundo de una violencia inaudita, lleno de costumbres crueles, guerras, asesinatos como norma social, etc. Un mundo donde siempre tienes que estar luchando por tu supervivencia. A John Carter le pasa como a nosotros… ¡le va la marcha!. Veamos un ejemplo de su personalidad exuberante:
“Me invadió una ola de demencial furia. La cruel cobardía de unos seres ebrios de poder, susceptibles de concebir en sus malvadas mentes tales abominables sistemas de tortura, estimuló hasta lo indecible mi ira y mi viril ímpetu”.
¿Quién no se deja llevar por su viril ímpetu de vez en cuando?. ¿O quién no se queda fascinado ante la hombría de sus compañeros de juergas?.
“En la sangrienta pelea que se desató, apenas sí podía hacer otra cosa que vigilar los movimientos de mis inmediatos enemigos, pero de vez en cuando eché una rápida ojeada a la reluciente espada y a la arrogante figura del varonil joven que se había apoderado de mi corazón, despertando en mí incomprensibles sentimientos. Yo, sin darme cuenta, me enorgullecía de su valor”.
No, no se asusten. No estamos ante una ensoñación filogay. Ese muchacho que tanto excita a John Carter resultará ser su hijo, al que no conocía.
Cierto es que de vez en cuando le invade la nostalgia, pero brevemente. No pasa mucho entre batalla y batalla.
“Me lamenté por tener que morir así, entre una muchedumbre de negros…”.
Pero no todo es guerra en Barsoom, porque están las hembras marcianas. ¡Y que hembras!.
Las mujeres de Barsoom están todas tremendas. Cuerpos esculturales, apasionadas, semidesnudas… la única pega es su tendencia a la furia homicida y una preocupante falta de promiscuidad. Para poder llevarte a una barsooniana a la cama, primero tienes que hacer una proeza increíble y salvarla de morir un par de veces. No es fácil. Quizá eso explique que los machos barsoonianos recurran tan a menudo a la violencia para conseguir un poco de sexo. O para comérselas, como hacen los negros (sí, como lo oyen).
No lo pueden negar. Barsoom es uno de los mejores mundos fantásticos jamás creados. No por su gran calidad literaria, por sus profundos mensajes o su cualidad poética. Qué va. Barsoom mola porque es políticamente incorrecto, endiabladamente divertido y, sobre todo, ingenuamente sincero. Racismo, violencia, machismo, erotismo retorcido, fantasía delirante, acción brutal y directa… todo se da cita en estas historias para convertirlas en lo que son: un mito. Esa es la verdad.
Déjense de tonterías. Olviden sus tristes vidas. Cierren los ojos y viajen a Barsoom, a sus desiertos ignotos, sus ciudades semiabandonadas, sus barcos voladores, sus mujeres de piel roja y ojos verdes… y prepárense para luchar y amar como jamás lo han hecho ni harán en su vida. Lo demás… saben que no importa.
Etiquetas: El rincón del fan, Las mujeres son de Miércoles, Los hombres son de Marte
Qué post más guapo, Haciendo Amigos, extraordinario. Aunque ni pajolera idea del tema.
jóvenes: alguno de ustedesvosotros va a ir al Salón del Cómic de Madrid? no os apetece hacer una kedada mientras vemos gente más friki que nosotros y gastaros un dineral en tontunas? a lo mejor, si me confirmáis con tiempo saco invitaciones para entrar por la patilla
Porque yo, entre el 11 y 19 de diciembre, celebraré mi L cumpleaños en Londinium con my pussybear.
Eso sí, no tengo ni un guil.
Mi cumple es el 9 Dec, zurdo, somos del mismo decanato.
Mr little July no te olvides de la entrada(opto por el viernes, mucho mejor que el domingo)aunque luego no valga para mucho, recuerdo un año que entré directamente y no me pidieron nada.
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